La van a hacer de agua
Julián Parra Ibarra
El proyecto presidencial de Agua Saludable para La Laguna, ha sido a lo largo
de los casi cuatro años desde que fue anunciada su realización, más
manoseado por los discursos oficiales, que efectivo para cumplir con el
objetivo para el que se supone que fue anunciado en marzo de 2021 por ya
sabe usted quién.
En aquél ya lejano 27 de marzo de 2021, el entonces rey del palacio anunció
el inicio de las obras del proyecto “que comenzará a cumplir su objetivo en
2023” se dijo en ese entonces, y que no era otro, subrayó, que el de que “los
habitantes de la Comarca Lagunera comenzaran a consumir agua
potabilizada de buena calidad”.
Durante el anuncio se dijo que Agua Saludable para La Laguna formaba parte
de un puñado de proyectos prioritarios para el gobierno federal, como el
Tren Maya o el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, por lo que estaría bajo
permanente supervisión para que los trabajos no se rezagaran y terminaran
en el tiempo marcado por el cronograma de la obra que, según se informó en
ese momento, habría de tener un costo de 8 mil millones de pesos.
Terminó el 2023 y no solo se incumplió la promesa inicial de que en ese año
empezaría a cumplir su objetivo de abastecer de agua potabilizada en calidad
y cantidad suficiente a los habitantes de los municipios de la Zona Conurbana
de La Laguna, sino que para febrero de 2024 el costo de la obra ya danzaba
alrededor de los 11 mil 141 millones de pesos, pero ahora sí ese año quedaría
concluida.
Solamente para dar cumplimiento a sus fantasías, el rey del palacio vino por
enésima vez a La Laguna en agosto de 2024 para entregar la segunda etapa
del proyecto Agua Saludable para La Laguna y develar una placa para que
quede inscrito su nombre. Los tres principales municipios de la mancha
urbana, Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, habían informado de la realización
de obras para introducir las líneas de conducción que abastecerían a sus
respectivos sistemas operativos de agua.
El presupuesto para ese entonces ya había escalado los 17 mil millones de
pesos, pero la obra seguía inconclusa y solo en determinados momentos los
municipios tuvieron que realizar acciones para evitar la fuga y desperdicio del
agua, ya que según dijeron en distintos momentos, los periodos de prueba de
Agua Saludable, había provocado ruptura en las tuberías de las líneas de
conducción municipales.
Durante la ceremonia de la entrega de la segunda etapa, ya estuvo presente
en su calidad de presidente electa, Claudia Sheinbaum, a quien le sugerimos
que se siente con los gobernadores Manolo Jiménez y Esteban Villegas,
porque a los tres la obra les fue heredada, así como se encuentra
actualmente, y dudo mucho que conozcan a fondo todo el proyecto, los
pasos que se han dado, lo que sigue pendiente, lo que ha costado, y lo que se
incrementará hasta que –si es que eso sucede- finalice la obra.
Aunque en otros momentos ha sido uno de los principales aplaudidores del
proyecto y presumido sus ‘bondades’, y del entonces presidente de la
república, esta semana el alcalde de Lerdo, Homero Martínez Cabrera lanzó
un sutil reclamo porque, subrayó, el municipio enfrenta el desafío que
representa abastecer de agua a la población mediante los 13 pozos ubicados
en la zona urbana porque “el proyecto de Agua saludable no está en
operación”.
Según reveló, está a la espera de una reunión con el encargado de la
Comisión Nacional del Agua, Gabriel Riestra, para conocer los detalles sobre
la operatividad del proyecto Agua Saludable para La Laguna. Es decir, cuatro
años después del inicio de las obras, poco más de un año que se suponía
comenzaría a cumplir su objetivo de dotar de agua potabilizada de alta
calidad en cantidad suficiente a los habitantes de La Laguna, y casi medio año
que se develó una placa porque se había entregado la segunda etapa de la
obra ¿todavía no está en operación?
Desde que se anunció la obra, comenté con usted en este mismo espacio,
que ésta iba a resultar un rotundo fracaso, y cada vez me dan más
argumentos para seguirlo sosteniendo. Los gobiernos tienen la costumbre
–porque le apuestan a la cortedad de la memoria de los mexicanos- de dejar
lo que no le interesa, al paso de los años, y en determinado tiempo, la gente
ya no se va acordar. No sé si esa sea la apuesta con Agua Saludable. No
quiero pensar mal, pero ya han ido dejando correr el tiempo y ni siquiera las
autoridades locales son informadas en tiempo y forma del ‘status’ de la obra.
No quiero pecar de mal pensado –aunque dice el dicho que pienses mal, y
acertarás-, pero empiezo a sospechar con el pecho y calcular con la
calculadora, que es muy probable que al final, esa tan manoseada, sobada y
cacaraqueada obra, nos la van a terminar de hacer de gua. Al tiempo.
¿Y los miles de millones de pesos que ahí se han gastado? Eso suponiendo
que efectivamente se hayan invertido en la obra ¿Y si no?
laotraplana@gmail.com
X= @JulianParraIba
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