La
mano que mece la cuna
Julián Parra Ibarra
Hace poco más de tres décadas que conozco a Salvador
Hernández Vélez, desde que a finales de los 80 buscó –y alcanzó- la
coordinación de la Unidad Torreón de la Universidad Autónoma de Coahuila, y por
mi labor periodística me ha tocado ser testigo de la mayor parte de su
trayectoria tanto universitaria como en el servicio público.
De siempre, me ha parecido que es un tipo inteligente,
preparado, buscador incansable de nuevos conocimientos, gran charlador, ávido
lector y hasta escritor de libros; aunque debido a nuestras respectivas
trincheras hemos tenido en más de una ocasión puntos de vista encontrados, es
de las personas con las que se puede hablar, discutir y debatir con altura,
sabe argumentar pero también escuchar, y tiene entre muchas otras habilidades
la de ser conciliador y negociador.
Por ello es que me parece un poco exagerado algunas
muestras que se han dado una vez que logró la reelección como Rector de la
UAdeC. En las democracias, se gana o se pierde hasta por un solo voto, y aunque
no sea nuestra opción la ganadora, siempre hay que saber respetar la decisión
de las mayorías.
Quienes han mostrado su inconformidad por el triunfo de
Hernández Vélez, podrían buscar el camino del diálogo con alguien que sabe
escuchar, y no hay necesidad de cubrirse el rostro para esconder su identidad,
ante alguien que no tiene el mínimo antecedente de violento, por el contrario,
durante su gestión como coordinador de la Unidad Torreón, fue que se erradicó
el porrismo que en otros tiempos tanto daño provocó a nuestra máxima casa de
estudios, cuando los que hoy protestan todavía ni siquiera habían nacido.
Ante el universo de votantes, 15 personas que se
manifestaron en la coordinación de la Unidad Torreón pueden no ser una cantidad
considerable, pero como todas las minorías merecen ser escuchados, y si lo
proponen así, lo van a lograr, serán escuchados.
El problema es que detrás de este movimiento se advierte
una ‘mano que mece la cuna’ con pretensiones desestabilizadoras, pero al final
del día el trabajo todo lo vence, y las cosas volverán a tomar su cauce normal.
@JulianParraIba
No hay comentarios:
Publicar un comentario