A LA BÁSCULA

La isla de la fantasía
Julián Parra Ibarra

Siempre que se acercan las épocas de la rendición de informes de gobierno,
del nivel que usted me quiera poner, me generan una sensación de vivir en
otro municipio, en otro estado o en otro país.

¿Por qué? Porque en los mensajes y en la publicidad que suelen transmitirse
por todos los medios, nos pintan un escenario muy distinto al que solemos
ver en el acontecer cotidiano los ciudadanos de a pie.

Suelen ser utilizados lugares comunes como ‘hemos tenido una inversión sin
precedentes’, ‘se han generado empleos como nunca en la historia’, ‘hemos
logrado un crecimiento económico mayor al de las últimas (equis cantidad)
de administraciones’, ‘hemos fortalecido como nunca los cuerpos de
seguridad dotándolos de equipo, vehículos y armamento’.

Y así por el estilo en cada uno de los rubros, y yo tengo años preguntándome,
si toda esa palabrería fuera cierta, por qué las condiciones en que se
encuentra el país, los estados, los municipios, son en sentido opuesto de lo
que nos dicen los mensajes. Bien decían los antiguos, pero con una mayor
vigencia conforme pasan los años, que a los políticos hay que juzgarlos por lo
que hacen, no por lo que dicen.

Como un simple ejercicio para contrastar los dichos con los hechos, habría
que escuchar, por ejemplo, los informes de algunos gobernadores que
dejaron a sus entidades sumidos en terribles crisis económicas producto de
endeudamientos casi todos injustificados, pero además lo que nos presumen
–aunque no sea por presumir- en diferentes rubros, de crecimiento
económico, de inversión, de generación de empleo, de desarrollo e
infraestructura urbana, de educación, de salud, de seguridad y un largo,
larguísimo etcétera.

Por pura curiosidad, deberíamos remontarnos a informes de al menos las
tres últimas administraciones federales, de estatales del chihuahuense César
Duarte, el regio Rodrigo Medina, del quintanarroense ‘Beto’ Borges, del

tabasqueño Andrés Granier, del veracruzano Javier Duarte, por mencionar
algunas. Y si quiere y puede, contraste informes municipales.

En Ciudad Lerdo –Durango, donde este sábado habrá cambios de
administración de los 39 municipios-, la alcaldesa presume que se
construyeron cuatro nuevos pozos, que se dio mantenimiento a los siete del
‘Sistema San Fernando’, y que se construyeron cuatro mega tanques. Sería -si
es que se hicieron- para mandar agua a marte, porque el talón de Aquiles en
los últimos tres años ha sido la falta de agua. Les digo.

laotraplana@gmail.com
@JulianParraIba