martes, 2 de febrero de 2021

A LA BÁSCULA


Saltapatrás

Julián Parra Ibarra

Aunque no me queda duda que cada decisión y acción que emprende el Gobierno de México tiene un objetivo claro y preciso para quienes las toman o impulsan, al resto de los simples mortales no queda muy claro la intencionalidad de algunas, dado que las consecuencias, al menos para el país, puede resultar desastrosas, si bien para sus promoventes debe tener una gran utilidad.

¿A qué me refiero con esto? Bueno que especialistas en la materia nadamás no terminan por encontrarle la cuadratura al círculo en las iniciativas promovidas por el Presidente, para reformar la Ley de la Industria Eléctrica, y la Reforma a la Ley del Banco de México (Banxico).

En el primero de los casos el Presidente envió al Congreso una iniciativa preferencia, lo que significa que deberá quedar resuelta esta misma semana, con una rapidez que espanta dados los daños que puede provocar económicamente, al ‘pueblo bueno y sabio’ y a los grandes inversionistas que confiaron en nuestro país para generar energías limpias como la eólica y la solar.

Como en este caso no es una reforma constitucional, el trámite será mucho más rápido, y el fondo es privilegiar a la CFE por encima de cualquier competidor, porque obliga a consumir en primera instancia la energía que genere la ‘Empresa de clase mundial’, aunque ésta sea más cara y altamente contaminante. Los generadores de energía a través de procesos limpios, tendrían una participación marginal.

Pero esta decisión traerá consecuencias incluso con Estados Unidos y Canadá, porque se está rompiendo uno de los principales acuerdos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, amén de lo que los mexicanos vamos a tener que consumirle ‘voluntariamente a huevo’ la energía que produzca la CFE así sea mucho más cara y altamente contaminante.

En el caso de la Ley del Banxico, hasta el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, advierte que esta iniciativa que obligaría al Banxico a adquirir los dólares circulantes sin saber de dónde provienen, va a terminar por debilitar al Sistema Financiero, lo que a nadie le conviene, y le provocará a México una clasificación negativa por incumplir. Y México podría convertirse en un paraíso fiscal.

Solo en Palacio Nacional, no ven lo que para todos los demás es evidente. Son un verdadero ‘saltapátrás’.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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