Integrantes del Movimiento Antorchista anunciaron que asistirán a la XVIII Espartaqueda Deportiva Nacional que se realizará Tecomotlán, Puebla del 30 de enero al 6 de febrero del presente año.
Ignacio Cruz Tobón, Dirigente municipal del Movimiento Antorchista informó lo anterior en la conferencia de prensa que se realizó en un hotel de la ciudad, acompañado de niños y jóvenes que estarán participando en las diferentes justas, así como el dirigente estatal Roberto Soto y los entrenadores deportivos de la delegación.
Destacó que la edición XVIII de la Espartaqueada Deportiva 2016 reunirá a más de 17 mil deportistas, provenientes de las diferentes ciudades del país, consideran que es el evento amateur más importante del país.
Destacó que las autoridades locales se comprometieron a apoyar con los gastos de transportación de los equipos que viajarán, aunque hasta el momento no ha habido comunicación, esperando que antes de la fecha se cumpla con lo pactado.
Como cada 2 años estos encuentros deportivos, -que en su última edición reunió a más de 15 mil deportistas, y ahora se espera que la cifra sea superior a 17 mil-, se realizarán durante una semana con el propósito de alentar en el pueblo mexicano el espíritu de superación y de lucha, utilizando como medio el deporte, señaló la comisión organizadora.
La Espartaqueada es un evento deportivo único en su tipo, que se realiza cada dos años y forma parte del proyecto que tiene Antorcha para construir una nueva nación. Al evento se convoca, desde hace 36 años, a deportistas en distintas categorías, (atletismo, ciclismo, natación, basquetbol, futbol, volibol, beisbol) y de todos los estados para participar durante una semana en estas disciplinas.
Aunque en México se realizan diversas actividades deportivas, promovidas principalmente por la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), las Espartaqueadas son las únicas justas recreativas y culturales que se organizan en el país por parte de una grupo independiente de cualquier gobierno.
El objetivo de estos encuentros es promover la práctica del deporte en todos los niveles de la población, pero prioritariamente, incentivar a través de las diversas eliminatorias estatales, los espacios y competencias, a que los sectores de más bajos recursos puedan ejercitarse y hacer frente a problemas de salud.
En la Espartaqueada, el deporte se promueve como una actividad inherente a la formación de todo ciudadano, sobre todo en un país como el nuestro donde, según datos oficiales del INEGI y de la CONADE, el 56.2 por ciento de los adultos mexicanos no hace ningún tipo de actividad física, es más, el 18 por ciento de ellos nunca ha practicado alguna actividad deportiva.
La falta de espacios deportivos, aunado a la carencia de programas de desarrollo deportivo por disciplina que promuevan a nuevos talentos deportivos, explica el reducido número de deportistas de alto rendimiento que representan a nuestro país en justas internacionales.
Alguna de las causas que ocasionan que México sea un país con poco desarrollo en materia deportiva se encuentra la falta de personal calificado para desarrollar programas deportivos, la escasez de ligas deportivas escolares y municipales, la carencia de programas de activación física a nivel nacional, la falta y el mal estado de la infraestructura deportiva y un escaso financiamiento público para actividades deportivas.
Además de que México no se caracteriza por ser un buen representante atlético a nivel internacional. Los resultados deportivos de México en eventos deportivos internacionales no son proporcionales a la densidad demográfica, ni a la dimensión del país.
En ese ambiente deportivo de México, la XVIII Espartaqueada Deportiva de Antorcha, toma importancia especial pues en ella participan jóvenes ganadores de las olimpiadas nacionales y con premios en varias partes del mundo. “Este es el máximo evento deportivo del Movimiento Antorchista; culminación del trabajo anual que la organización realiza en cada una de las regiones en donde tiene representación. El objetivo primordial es modificar las políticas deportivas que rigen al país y, con ello, contribuir en la “construcción del hombre nuevo”.
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