miércoles, 10 de febrero de 2016

LA PUNTA DE LA MADEJA

Julián Parra Ibarra
Sólo frases
‘No disparen, soy periodista’, ‘Frente a sus balas, nuestras palabras’, ‘No se mata a la verdad asesinando periodistas’, son frases que lastimosamente sólo se han quedado registradas en pancartas, mantas, lonas y en notas periodísticas sobre todo en los momentos de los embates que la gente del gremio y los medios de comunicación han padecido en México en los años recientes.
Veracruz es el estado en que en los años recientes se presenta como el territorio más riesgoso para el ejercicio del periodismo, de acuerdo con cifras de la Procuraduría General de la República, cuyos registros a partir del año 2000 y hasta el mes de agosto del año pasado, contabilizaban 16 periodistas asesinados y cuatro desaparecidos, según una publicación del periódico El Financiero (http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/veracruz-estado-de-alto-riesgo-para-periodistas.html).
De acuerdo con un informe de la Fiscalía para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, solamente en la administración del priista Javier Duarte de Ochoa hasta la fecha del informe, habían ocurrido 62 por ciento de los casos de comunicadores asesinados (10) y 100 por ciento de los desaparecidos (4) en Veracruz. Además un informe de la organización Artículo 19 hasta julio del año pasado, detallaba que había 37 periodistas desplazados de Veracruz por amenazas atribuibles al crimen organizado, pero también al gobierno estatal y algunos municipales.
Finalmente, es obvio que el gremio periodista jamás podremos ganar la guerra de la espada contra la pluma, sobre todo con gobiernos represivos como el de Duarte de Ochoa en Veracruz. Sobre todo porque pareciera que a ningún gobierno del nivel que me lo ponga y a muchísimas organizaciones defensoras de los derechos humanos, parece importarles los ataques –y la muerte- de los periodistas.
Sal en la herida
La reciente muerte de la periodista Anabel Flores Salazar, vuelve a ponerle sal a la herida del gremio. Si bien su cuerpo fue hallado en territorio del estado de Puebla, también lo es que fue secuestrada por un comando de hombres armados en territorio veracruzano, 24 horas antes de que apareciera sin vida en la carretera Cuacnopalan-Oaxaca con dirección al municipio de Tehuacán, es decir, a aproximadamente 15 kilómetros de su domicilio del que fue sacada.
De acuerdo con autoridades poblanas, el cuerpo de la periodista estaba con los ojos vendados, semidesnuda, y atada de pies y manos, con huellas de que fue torturada antes de ser asesinada. Otra vez en la desaparición –y muerte-, vuelve a aparecer el nombre del estado de Veracruz y su represor gobernante Javier Duarte de Ochoa.
¿De verdad nadie?
Luego de tantas evidencias de las tropelías, abusos de autoridad, ejecuciones masivas, desapariciones, ejecuciones y muerte y desaparición de periodistas y activistas de los derechos humanos, en los que se revela la participación del gobierno de Duarte –por comisión u omisión-, resulta increíble que en Veracruz no pase nada, y cuando pasa, tampoco pasa nada.
¿De verdad no hay nadie que le ponga un freno a Javier Duarte en Veracruz? ¿Al gobierno federal no le importa lo que ocurra en ese bellísimo estado manchado de sangre en parte por acciones de su mandatario estatal? ¿A poco nadamás porque es de su propio partido el Presidente va a seguir tolerando y permitiendo que Duarte de Ochoa siga cometiendo todos los horrores en que todo parece indicar está implicado su gobierno?
¿Por qué con Duarte el gobierno federal no es tan implacable como lo ha sido con el panista ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, cuyos principales colaboradores han sido detenidos y él mismo y su familia señalados con índice de fuego por cualquier cantidad de delitos? ¿A Padrés sí porque es panista y a Duarte de Ochoa no porque es priista? Y aun así, el PRI negocia una concertacesión y catafixiar Durango por Veracruz.
Una buena
Mejor, hablamos de cosas positivas. Que gusto saber que mi querido amigo Juan de León Estrada, gente de mucho trabajo, disciplina y lealtad, rindió protesta como vicepresidente de Comunicación del Comité Directivo Estatal de la Fundación Colosio Filial Coahuila.
Como él mismo lo dijo, nosotros también estamos seguros que desempeñará esta nueva encomienda con pasión y responsabilidad, porque no sabe hacerlo de otra manera, la pasión y la responsabilidad son su estilo de vida. Felicidades.



@JulianParraIba

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