lunes, 7 de enero de 2019

A LA BÁSCULA



Un estorbo
Julián Parra Ibarra

Este lunes, según publica Ramón Betancourt en su columna ‘Café político’, se habría realizado el registro como candidato único a la presidencia del Comité Municipal del PRI en Torreón, del ex alcalde Eduardo Olmos Castro. Este sería -se supone-, alguno de los movimientos tendientes a la recuperación del municipio lagunero, el segundo en importancia en la entidad, para el partido tricolor, y actualmente en manos del PAN.

La semana pasada ya el gobernador Miguel Riquelme Solís, había extendido el nombramiento de Samuel Rodríguez –diputado local con licencia-, como representante del Ejecutivo y titular de la Unidad de Atención en La Laguna –el subsecretario de gobierno en la Comarca, por decirlo más claro-, desde donde los analistas políticos del estado consideran que se trabajarán y operarán las estrategias para que el PRI pueda recuperar no sólo Torreón, sino los demás municipios de la región que quedaron en manos de la oposición: Matamoros, San Pedro y Francisco I. Madero. Hasta ahí todo iba muy bien.

¿Pero en realidad en el PRI consideran que entregarle la presidencia del Comité Municipal de su partido a Eduardo Olmos Castro les ayudará a recuperar Torreón y la Comarca Lagunera?

Olmos Castro se disputa con el ex panista José Ángel Pérez el nada grato título del peor alcalde en la historia de Torreón, pero creo que el priista se la lleva de calle. ¿Alguien piensa que con la misma indolencia y valemadrismo con que ‘dirigió’ el municipio –de alguna forma hay que decirle-, dirigirá al PRI torreonense y lo hará un partido ganador?

Durante los cuatro años que fungió como alcalde torreonense, la mayor parte del tiempo ni siquiera vivió aquí, siempre fuera de la ciudad y cuando estaba acá, por las noches dormía en la casa de su mamá en Gómez Palacio.

Durante cuatro largos y agónicos dejó el manejo de la ciudad en manos de un grupo de amigos que aprovecharon el tiempo para llenarse los bolsillos de dinero y dejaron a la ciudad en el total abandono. Durante su administración, Torreón vivió la peor crisis de inseguridad en la historia moderna y hasta por un bimestre desplazó a Acapulco como el municipio más violento de México.

Al final, una larga lista de proveedores, pequeños y medianos empresarios, se fueron a la quiebra porque los dejó ‘colgados de la brocha’, nunca les pagó los servicios prestados, lo que poco o nada le importó.

Y con esos antecedentes ¿alguien cree que Eduardo Olmos Castro le servirá de algo a Samuel Rodríguez para que el PRI recupere Torreón? Desde ahorita le decimos –lo aseguramos-, será un estorbo.

@JulianParraIba

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