Cómo
se debe leer
Julián Parra Ibarra
Durante los años en que los niveles de la violencia
alcanzaron sus máximos, la Comarca Lagunera estuvo considerada como una de las
regiones más violentas del mundo, y –aunque todavía se dan ese tipo de
expresiones- los gobiernos de un lado del Nazas atribuían el fenómeno en su
territorio, a que los delincuentes se cruzaban del lado opuesto, y a la
inversa.
Es decir, los muertos que aparecían en el territorio de
La Laguna de Coahuila, con mucha frecuencia –la mayoría de las veces- se
atribuían a bandas que operaban en Durango; y los que aparecían en Durango, se
decía que los mataban del lado de Coahuila y sólo iban a tirarlos de aquél lado
del Nazas. El no reconocimiento de la existencia del problema y la falta de
coordinación entre corporaciones de ambos lados del río provocó que la
situación se agudizara.
Una de las principales causas de la pacificación de la
Región Lagunera, fue el establecimiento del Mando Único y aunque muchos a
regañadientes, las corporaciones de los municipios coahuilenses y duranguenses,
cedieron para respetar la operatividad bajo este esquema.
En la visita que hiciera –la primera en su condición de
Presidente de la República-, Andrés Manuel López Obrador el 28 de diciembre
pasado, hizo un reconocimiento a que este esquema en La Laguna ha sido tan
exitoso –reconociendo, claro, que la violencia no ha desaparecido totalmente-
que, a diferencia de otras regiones y entidades del país, aquí se mantendrá y
conservará su operación. Pero no sólo eso, sino que se estudia la posibilidad
de replicarlo en otros puntos del país por los resultados positivos arrojados.
Con ese reconocimiento a esos niveles queda entonces la
duda de cómo se debe se debe de leer o cómo se debe interpretar que mientras
que el gobierno federal no sólo reconoce los resultados, sino que debido a
estos su modelo es estudiado para aplicarlo en otros Estados o regiones del
país, haya municipios que no se hayan adherido a él.
En total en Coahuila 33 de los 38 municipios ya operan
bajo el esquema de Mando Único –la semana pasada se sumó Matamoros-. Además de
Torreón, los que están fuera de este esquema son Sabinas, Monclova, Sierra
Mojada y Lamadrid, aunque este último ya aceptó, así haya sido de manera
provisional.
Pero el caso de Torreón llama particularmente la
atención, al ser la cabeza de una región reconocida por sus resultados, por el
Gobierno Federal, y a nivel local se mantiene reacio a sumarse a este esquema
de Mando Único. ¿Cómo debemos leerlo? ¿Cómo se debe interpretar?
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