lunes, 24 de noviembre de 2014

Manuel Ojeda deleita a los lerdenses con cuentos de José Revueltas




Más de 250 asistentes se dieron cita en el Teatro Centauro de Lerdo para  disfrutar del  programa Bellas Artes a Todas Partes, “Leo… luego existo”, que gracias a la gestión de la dirección de Educación Arte y Cultura y el Instituto Dueanguense de Cultura, se presentó en la Laguna. 

El director de Educación, Arte y Cultura, Román Alberto Herrera Díaz, explicó que el programa Leo…luego existo, es un programa que implementó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); cuenta con la participación de actores reconocidos en el ámbito del teatro, cine y televisión para llevar lecturas a la ciudadanía, es por eso que nosotros recibimos con mucho gusto al primer actor Manuel Ojeda .
“En esta ocasión tuvimos la participación, muy especial del primer actor Manuel Ojeda, quien además de compartir lectura de cuentos de José Revueltas, tuvo una sesión de preguntas por o que está interacción con el público lagunero hizo aun m{as grata la experiencia ”, comentó Herrera Díaz.
El objetivo del programa es fomentar el gusto por la lectura, “incentivar a la ciudadanía a realizar lecturas por placer y no sólo las que encargan en la escuela, sino aprendan a leer por gusto y no como una obligación”, señaló en funcionario.
Manuel Ojeda inició con una breve semblanza del célebre escritor y activista duranguense, José Revueltas. Nacido en Santiago Papasquiaro, Durango, en 1914. Reconocido por las obras: El apando y El luto humano, por esta última recibió el Premio Nacional de Literatura en 1943.
El actor se dijo agradecido con la asistencia y atención del público, además de mencionar que gracias al programa Leo…luego existo ha tenido gratas satisfacciones.

 




“Un día estaba yo leyendo El llano en llamas, de Rulfo y había dos jóvenes sentados adelante; yo sentía como que se aburrían, se movían, se rascaban. De pronto, cuando terminó, subieron al escenario a decirme, uno de ellos, que ellos no sabían leer, que ellos eran de un rancho; pero que cuando estaba yo leyendo El llano en llamas, cerró los ojos y se acordaba de cosas: del rancho de la lluvia, de la tierra, del viento, como lo describía Rulfo en esos cuentos; me dijo: ´me ha nacido un interés increíble no sólo en escuchar las lecturas, sino en leerlas yo mismo´”, platicó a los asistentes el actor.

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