viernes, 2 de octubre de 2015

A LA BÁSCULA


Dos por uno

Julián Parra Ibarra

De cara a las elecciones de 2017 en Coahuila para renovación de la gubernatura, el congreso local y las alcaldías de los 38 municipios, es la de éstas la que merece un análisis aparte debido a los ‘ajustes’ que se tendrán que realizar a fin de homologar al menos una de sus elecciones con la federal del 2018, de acuerdo a lo establecido en la Reforma Electoral.

Los habitantes de la entidad tendrán que decidir en un lapso de un año, dos veces quiénes serán los hombres que habrán de ocupar la silla de la alcaldía en los distintos municipios, ya que en 2017 habrán de elegir a los presidentes municipales que por primera –y uno espera que única vez- serán votados para un periodo de un solo año. Doce meses después, en junio de 2018, otra vez los coahuilenses tendrán que ir a las urnas para volver a elegir a quién le entregan la confianza y los destinos de su municipio para los siguientes tres años.

Pero no serán los únicos que se tendrán qué quebrar la cabeza para tomar decisiones al dos por uno, sino que también los partidos políticos deberán analizar muy bien a quiénes van a mandar para las alcaldías por un año primero; y después para el periodo de tres años.

Para la elección de 2017 los partidos deberán seleccionar y elegir muy bien a sus abanderados, porque van en el paquete comicial en el que se elegirá gobernador y diputados locales. Esto significa que tienen que ser candidatos ‘de peso’ para que ayuden a apuntalar la candidatura de quienes aspiran a llegar a la gubernatura. Serán alcaldes por un año, sí, pero no se puede descuidar los perfiles porque van en una elección ‘completa’.

Y al año siguiente, es decir en 2018, otra vez los partidos políticos deberán pulirse para hacer una buena selección de candidatos, porque son los que van a acompañar al próximo gobernador en una parte de su primer tramo.

La ventaja es que, al menos en los municipios ‘grandes’ existe más de un tirador por los principales partidos políticos con registro en Coahuila. Es decir, hay material humano como para participar en dos elecciones sucesivas con un año de diferencia. Quizá el problema va a estar en convencer a los que vayan en las boletas en la elección para alcaldes por un año, y quiénes van por un periodo completo de tres años.
Con la coyuntura que se presenta con estas elecciones consecutivas con un año de diferencia, se podría presentar la ocasión para mandar en la elección de 2017 a algunos personajes ‘incómodos’ dentro de cada uno de sus partidos, como para deshacerse de ellos en un año, y poner en el arrancadero a sus caballos más preciados para las alcaldías de tres años.

Adicionalmente, se tendrán que ejecutar movimientos de precisión en el tablero político, para poder dar cumplimiento a la cuestión de la equidad de género, contenida también en la Reforma Electoral, para poder presentar candidaturas equilibradas entre mujeres y hombres.
En Torreón por ejemplo por el lado del tricolor los nombres que se barajan, de ambos géneros, encontramos nombres como Verónica Martínez, diputada local y dirigente estatal del PRI; Flor Rentería, diputada federal; Shamir Fernández Hernández, diputado local y presidente del Comité Municipal del PRI; Rodrigo Fuentes Ávila, secretario de Desarrollo Social del Estado; Miguel Mery Ayup, primer regidor; y, Antonio Gutiérrez Jardón, secretario de Desarrollo Económico de Coahuila, entre otros.

En el PAN aparecen en la baraja el Senador Luis Fernando Salazar –cuyo corazoncito también late por la gubernatura-; el ex diputado federal Marcelo Torres Cofiño; el propio Guillermo Anaya –en caso que le ‘ceda’ la candidatura a la gubernatura a Salazar Fernández-; y hasta el propio Jesús de León Tello, actual diputado local y ex candidato a la alcaldía torreonense. Acá faltan nombres femeninos.

De este ‘buffet’ los dos principales partidos en Coahuila, tendrán que hacer una criba para quedarse con dos nombres: uno para ir en la elección de 2017 en la alcaldía por un año, pero cuyos perfiles tendrán que ser fuertes para poder ‘arropar’ a su candidato a la gubernatura; y enseguida otro con la fuerza y el peso suficientes como para ocupar la silla nuevamente durante un trienio y acompañar al gobernador en turno en un periodo que abarca la llegada a la mitad del camino, y el arranque de la segunda parte.

De todos estos, quiénes aceptaran dar ‘toque de sacrificio’ para que otros corredores avancen y lleguen a la registradora. Que levanten la mano los que quieran contender para gobernar un año en el municipio, quizá con la promesa de buscar la reelección en el 2018.


@JulianParraIba

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