Julián Parra Ibarra
Campaña
de vacunación
Como parte de las campañas que bajo un millonario costo para todos los
mexicanos implementa el Instituto Nacional Electora (INE antes IFE), debería
proponerse y ponerse en marcha de manera urgente, una de vacunación contra el
cinismo y desvergüenza que debería de aplicarse a todos los políticos
indistintamente de colores o partidos –y hasta a los independientes, pues qué-
que aspiren a participar en una elección para un puesto de elección popular.
Uno va por el camino escuchando las declaraciones y
‘explicaciones’ que ofrecen gobernantes de las más variopintas tonalidades, y
ya no se encuentran en el diccionario más palabras para adjetivarlos, y mire
que el nuestro es un idioma riquísimo, pero ya no alcanzan las palabras para
calificarlos.
El
doctor
Con una pasmosa pasividad hemos visto las explicaciones
ofrecidas por el ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina; el de Quintana
Roo, Roberto Borge; el de Chihuahua, César Duarte; y hasta el del ex priista,
ex perredista, ex petista y ahora morenista Ricardo Monreal, jefe delegacional
en la Cuauhtémoc entre muchos otros más, y no existe una explicación científica
de cómo no se les empieza a caer la cara de vergüenza por toda la sarta de
mentiras que vomitan para justificar muchas acciones que a simple vista y ante
la más elementales de las lógicas, resulta injustificable.
Pero el que no solo alcanza el nivel de Master sino hasta
el doctorado en cinismo, es Javier Duarte de Ochoa, quien si las mentiras
dolieran, viviría en un grito desde hace un buen número de años y así
permanecería quizá hasta el día de su muerte. Bueno hasta el anuncio hecho este
miércoles al Carlos Loret de que saliendo de Televisa se iría al Congreso de
Veracruz para presentar la solicitud para separarse del cargo de Gobernador, y
dedicarse de tiempo completo a defenderse ‘de las calumnias y mentiras’ que se
han tejido en torno a su figura y en su función como mandatario de aquél
hermoso Estado, es una vil mentira. Se va porque –apuéstelo doble contra
sencillo- está preparando su huida del país, sabedor de todas las trapacerías
que cometió durante su gobierno.
¿Y
quién paga?
El equipo de un prominente bufete de abogados se
encargará de su defensa legal, y seguro con una mínima parte de lo que le robó
a los veracruzanos, cubrirá la contratación que de entrada habrá de costarle,
dicen los que saben, unos 200 millones de pesos, una cantidad similar a la que
ha erogado el panista ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías.
Y cuánto le estará costando la defensa a Rodrigo Medina y
a su padre el ex procurador coahuilense Humberto Medina Ainslie, y cuánto le
costará al chihuahuense César Duarte, y cuánto al quintanarroense Roberto
Borge, y cuánto le habrá de costar –porque uno espera que el largo brazo de la
ley lo alcance y muy pronto- al duranguense Jorge Herrera Caldera.
Y la pregunta de los 64 mil pesos es: ¿Y quién pagará
todas esas millonarias defensas?
Hundimientos
En todos los estados mencionados y muchos otros más –Coahuila
entre ellos-, el paso de estos
especímenes ha provocado severos hundimientos en las economías de los estados
en los que gobernaron –es un decir- que los tienen prácticamente en la
inmovilidad por los elevadísimos montos de la deuda pública contraída.
En Durango, se acaba de revelar que la heredada por Jorge
Herrera Caldera asciende –hasta el momento, pero apueste doble contra sencillo
que esto apenas es apenas la punta de la madeja- a 15 mil millones de pesos.
Los defensores del ex mandatario duranguense dicen que esa cantidad es nada
comparado con los 36 mil millones de Coahuila, o los casi 80 mil de Veracruz, o
la de Chihuahua, o del Estado de México o el Distrito Federal.
Sí, pero lo que no dicen es que la gravedad del
endeudamiento no radica en el monto de la deuda, sino en su capacidad de pago y
en el porcentaje de participaciones federales que comprometen, y que en Durango
casi alcanza el 80 por ciento. La capacidad de pago de la entidad conocida como
el ‘Chiapas del norte’ no es ni por mucho, comparable con la de las entidades
con las que se le compara en montos de deuda.
@JulianParraIba
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