martes, 21 de julio de 2020

A LA BÁSCULA


Ignorantes y cobardes

Julián Parra Ibarra

No solamente las autoridades -sean estas del nivel que me lo quiera poner-, la sociedad toda deberíamos cerrar filas y en los hechos demostrarle toda nuestra solidaridad y respaldo al personal que está en la primera línea de combate contra el Coronavirus.

Si bien la gratitud debe ser no solamente al personal del área de salud –como los trabajadores de tiendas y supermercados, los repartidores de productos alimenticios, quienes atienden los mercados, las farmacias, los agricultores-, sí me parece que debe ir con mayor acentuación a quienes laboran en los centros hospitalarios.

Por ello, todos como sociedad en su conjunto debemos rechazar las muestras de ignorancia y cobardía registrados en los días recientes en las capitales de los estados de Coahuila y Durango. En Saltillo, ya lo sabe usted, un grupo de personas agredieron al personal del Hospital General de Saltillo, y además provocaron daños al inmueble cuando se les notificó del fallecimiento de un paciente que desde su ingreso al nosocomio –ocho días antes-, presentaba síntomas por el Coronavirus, problemas fuertes en su sistema respiratorio; sus condiciones empeoraron y el viernes pasado se registró su deceso. La respuesta al momento de ser informados, provocó una reacción violenta de sus familiares.

Este martes en Durango capital, una enfermera amaneció con la terrible impresión de que en todo el frente de su casa apareció una enfermiza pinta en la que le amenazan: ‘Tienes Covid. Te bamos a quemar donde te veamos’. En los dos casos, las autoridades estatales, desde los gobernadores y los respectivos secretarios de salud de las dos entidades, reaccionaron en apoyo a médicos, enfermeras y todo el personal del Sector Salud.

Ambas reacciones reflejan una gran carga de ignorancia y de cobardía por parte de quienes consideran que, quienes más se han estado jugando la vida y la de sus familias desde que inició la pandemia, en vez de ser nuestros héroes y merecer nuestra gratitud, respeto y solidaridad, los ven como si fueran una amenaza o los responsables de las muertes que la pandemia ha provocado, no sólo en nuestros estados, en nuestro país, en todo el mundo.

Si algo merecen, insisto, no solamente la gente del sector salud, sino todos esos héroes anónimos que durante todo este tiempo han logado mantener en pie a nuestro país, es el reconocimiento, el respeto, el cariño y el cuidado, no sólo de parte de los gobernantes, sino de toda la sociedad en su conjunto.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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