Una de gobernadores
Julián Parra Ibarra
Hasta antes del año 2000 cuando todavía el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) conservaba la presidencia de la República, y
la mayoría de los gobiernos estatales eran emanados del mismo partido, se
mantenía la figura del presidencialismo y la mayoría de los mandatarios se
alineaban a la línea que marcaba el ‘primer priista del país’. Y en los tiempos
que uno o algunos de ellos quisieron ‘salirse del huacal’, en el tiempo del
salinismo se inventaron las ‘concertacesiones’ para quitar gubernaturas por
decreto a quienes no se sometían al mandato del Presidente.
Un ejemplo de esto último es Guanajuato, donde el ex
regente del Distrito Federal, Ramón Aguirre Velázquez fue ‘invitado’ por Carlos
Salinas a declinar cuando ya era gobernador electo, luego de haber ganado en
una muy complicada campaña contra el panista Vicente Fox y el perredista
Porfirio Muñoz Ledo. Luego vendría el interinato de Carlos Medina Plascencia
que se extendió más de lo debido y presupuestado inicialmente, ya que cubrió un
periodo de ‘un sexenio de cinco años’ con el que se inició el periodo de
sucesivos gobiernos panistas en aquella entidad, que inició Vicente Fox y
mantienen hasta la fecha.
Pero cuando justamente éste último llegó a la presidencia
de nuestro país, en el año 2000, los priistas inicialmente se quedaron
‘descabezados’ porque a partir de ese momento ya no tenían ‘primer priista’, ya
no tenían quien les diera ‘línea’ ni a quien obedecer. Del desconcierto, los gobernadores
priistas pasaron al descubrimiento de que ahora cada uno en su entidad podría
hacer lo que quisiera sin tener que pedir permiso ni rendir cuentas al centro,
y fue entonces que se fueron creando lo que en su momento se dio por nombrar
los virreinatos, y se empezaron a generar las brutales deudas públicas
estatales.
Con el argumento de manifestarse en contra de la forma en
que Vicente Fox ejercía el poder, al amparo del federalismo en el 2001 surgió
una agrupación llamada la Anago –Asociación Nacional de Gobernadores- a cuya
primera reunión realizada en Mazatlán en 2001 acudieron solamente cinco
mandatarios. Un año después, el 13 de julio de 2002 en Cancún, Quintana Roo, la
organización quedó formalmente constituida, transformándose de la Anago, a la
Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), a la que ya asistieron una
veintena de mandatarios estatales, del PRI y del PRD inicialmente. Los panistas
se incorporarían hasta julio de 2003.
Entre los fundadores de la Conago –según su propia
página-, se encuentran Andrés Manuel López Obrador, gobernante del en ese
entonces Distrito Federal; su compañero de partido Ricardo Monreal, mandatario
de Zacatecas; Lázaro Cárdenas Batel, gobernador de Michoacán; por Coahuila
Enrique Martínez y Martínez, y por Durango Ángel Sergio Guerrero Mier.
Una de las principales y primeras banderas de la naciente
organización que con el paso de los meses llegó a ser conocida como el
‘sindicato de gobernadores’, era fortalecer el federalismo, “mediante mecanismos democráticos, manteniendo pleno respeto de las
instituciones de México”, reza en su página, buscando una revisión del pacto
federal en el manejo y asignación que se hacían de los recursos a cada entidad,
que ya desde entonces se reclamaba que era inequitativo.
Es decir, este asunto, el de la petición de revisar el pacto
federal, y el de la unión de gobernadores, no es para nada nuevo, recientemente
cumplió 18 años ya como Conago, aunque en 2012 con el regreso del PRI a la
Presidencia, perdió muchísimo de su vocación.
En Coahuila, durante su campaña en 2017, el actual
gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís –cuando todavía Enrique Peña Nieto
estaba sentado en la silla presidencial- empleó como una de sus principales
banderas la de ‘A Coahuila lo que le corresponde’, un reclamo a la federación
porque a la entidad se le regresaban 32 centavos de cada peso que generaba.
El que los gobernadores se organicen para pedir la
revisión del pacto federal es un tema que se viene arrastrando desde hace
algunos ayeres, cuando el gobierno federal estuvo encabezado por panistas,
cuando se dio el regreso del PRI, y ahora que está la autoproclamada 4T, y
nunca nadie consideró que los mandatarios, ni eran separatistas, ni golpistas
ni traidores a la patria.
Cómo han cambiado los tiempos y las cosas, porque hoy que
un grupo de gobernadores autodenominados ‘Alianza federalista’ en la que están
mandatarios de 10 entidades, hace lo mismo que hicieron otros mandatarios hace
18, hoy son satanizados por quienes hace 18 años enarbolaban las mismas causas
contra el gobierno federal de entonces. Ya veremos si la Conago sigue conservando
su misma vocación de cuando nació, o ha comenzado el momento de su extinción.
@JulianParraIba
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