Seguridad
en riesgo
Julián Parra Ibarra
La Comarca Lagunera, que en los tiempos de mayor
florecimiento de la violencia se convirtió en uno de los focos más rojos de
todo el país, el trabajo en conjunto entre los tres niveles de gobierno logró,
mediante el establecimiento del esquema de Mando Único, convertirse en ejemplo
a nivel nacional, de cómo se logró abatir la violencia y pacificar a toda la
región, no en los niveles que se tenían hasta hace poco más de una década, pero
sí de manera considerable y sensible.
El establecimiento de la figura del Mando Único al cargo
del Ejército ha ofrecido tales resultados, que recibió el reconocimiento de dos
presidentes consecutivos, de Enrique Peña Nieto, y de Andrés Manuel López
Obrador. Éste último en su primera visita a La Laguna el 28 de diciembre de
2018, no solamente reconoció la eficiencia y la forma como se pacificó la
Comarca, sino que anunció que, de manera excepcional, aquí se mantendría ese
esquema, y además se valoraría y tomaría como ejemplo para aplicarlo en otras
ciudades y regiones del país asoladas por la violencia criminal propiciada
sobre todo por las bandas del crimen organizado.
En los meses recientes se ha venido dando un brote de
inseguridad en el sector rural donde hay ranchos y pequeñas propiedades de
productores agrícolas y pecuarios de la Comarca Lagunera, aunque más focalizado
en el municipio de Gómez Palacio, territorio donde predominantemente están
asentados la mayoría de los lecheros.
Una serie de desplegados en los medios locales, alertó al
gobernador duranguense José Rosas Aispuro, porque luego de los logros obtenidos
en materia de seguridad en la región, hay una gran preocupación por no ceder el
mínimo espacio a los delincuentes y así evitar que el problema vaya creciendo.
El sábado pasado con la representación de los tres
niveles de gobierno, con la presencia del Mando Único, de la Fiscal General del
estado, de Secretario de Seguridad Pública, la alcaldesa gomezpalatina, así
como representantes de cámaras y organismos empresariales, sobre todo de
organizaciones agrícolas, ganaderas y lecheras, se abordó el problema a fondo y
se establecieron una serie de medidas entre ellas el replanteamiento de la
estrategia de seguridad, en espera de empatar las acciones con las autoridades
de Coahuila para poder ‘cerrar la pinza’, siempre coordinados todos por el
Mando Único en la región.
El prietito en el arroz, fue la alcaldesa morenista
gomezpalatina, Marina Vitela Rodríguez, quien perdió la compostura y empezó, al
más puro estilo de ya saben quién, a repartir culpas antes de asumir su
responsabilidad como primera autoridad del municipio donde está establecida la
mayor parte de la infraestructura de la mayor cuenca lechera del país, y se
abalanzó sobre todo en contra de José Miguel Campillo Carrete, ex alcalde del
municipio, pero los gritos y los reclamos fueron contra todos.
La morenista reclamó a todo el que se le puso enfrente,
que el asunto tiene un sesgo político porque son tiempos electorales, como si
la delincuencia también respetara la veda electoral y se reactivara después de
las elecciones.
Las autoridades en materia de seguridad intentaron
hacerla entrar en razón, pero ella siguió firme en su posición replicando los
argumentos que siempre se esgrimen desde Palacio Nacional frente a los
problemas reales que afectan a la gente, y su principal blanco fue Campillo
Carrete a quien le cuestionó los resultados que tuvo como alcalde de Gómez
Palacio, y en contra de quien se ha enderezado toda una campaña en redes
sociales, arguyendo que le está dando un uso político al tema de inseguridad,
como si el resto de los representantes de cámaras y organismos empresariales
fueran dóciles borregos que se dejan llevar por un solo personaje, y no tiene
capacidad para pensar por sí mismos
Marina Vitela tendrían qué agradecer que en este serio
problema de inseguridad que se está presentando en el municipio que dice
gobernar, se han reunido y mostrado una gran disposición por trabajar en
coordinación, desde el Mando Único, la Secretaría de Seguridad Estatal y la
Fiscalía General del estado, así como las corporaciones policiacas estatales.
Aprovechando esos apoyos, quizá lo que debería hacer en un aporte de su granito
de arena para la solución de este fenómeno de inseguridad, sería solicitar
también el apoyo de la Guardia Nacional, al menos para que realicen los
patrullajes y rondines en ese sector rural afectado, y por el que rara vez se
ve transitar a alguna patrulla de la policía rural del municipio.
La Seguridad Pública es un tema que no se debe politizar
ni ligar a las cuestiones electorales. Se tiene que atacar en los tiempos que
se debe de atacar, so pena de permitir que el problema siga creciendo. Pero la
respuesta es con el sello de la casa: que los adversarios la utilizan con fines
electorales, que el problema fue heredado por ‘los de antes’. En fin.
Pobre Gómez Palacio, pero si el problema no se atiende,
va a contaminar, otra vez, a toda La Laguna.
laotraplana@gmail.com
@JulianParraIba
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