miércoles, 23 de abril de 2014

SANTOS DICE ADIÓS A LA COPA LIBERTADORES


En un juego vergonzante, Pedro Caixinha dice “adiós” a los aficionados que lo abuchearon al final del partido.

En mitad de semana y con un horario por demás incómodo, la afición respondió, pero, una vez más, sus “ídolos de papel”, los Guerreros del Santos Laguna simplemente no quisieron, se dejaron vapulear por el Atlético de Lanús quienes vinieron a la Comarca y jugaron al “futbolito” con los muchachos de Pedro Caixinha, se plazearon y ni los abucheos de los casi 30 mil aficionados mermaron sus ganas de mostrar un gran futbol, de decirle al futbol mexicano que los argentinos son mejores. Anoche, casi al inicio del nuevo día, Santos dijo adiós a la Copa Libertadores.
Existían situaciones a favor de los albiverdes que mantuvieron la esperanza cuando menos los primeros 20 minutos del juego; primero, el horario que en Argentina, sería de madrugada y el largo viaje que hubieron de emprender los muchachos de Guillermo Barros Schelotto para llegar a esta Comarca Lagunera que anoche, perdió parte de su slogan que reza “Torreón, tierra de los grandes esfuerzos”, pues la oncena de Caixinha, no mostró esa cara y se dejó vencer con vergüenza.

Y mientras el portero argentino Agustín Marchesín se convertía en el hombre importante del encuentro al representar grandes atajadas durante la segunda mitad del partido, Andrés Rentería, seguramente presionado por el mal juego, dio paso a su expulsión momentos después de haber sido reprendido fuertemente Pedro Caixinha por el silbante uruguayo Darío Ubriaco, amonestándole para que compusiera su comportamiento.
Caixinha, como Jesús en Viernes Santo, cargó con la cruz y los abucheos no se hicieron esperar al término del partido, mientras con descaro, éste simplemente meneaba la diestra en señal del adiós. El director técnico santista  tuvo que aceptar como lo dijera a los distintos medios de comunicación apenas un día anterior, que la de anoche era una “derrota”, terminando así con la máxima que han hecho suya los distintos directores técnicos del futbol mexicano y que utilizan a discreción “los juegos perdidos en el futbol, no son derrotas; son experiencias”.
Los noventa minutos fueron simplemente jugados por Atlético de Lanús; el Santos, se dedicó a “intentonas” y “pelotazos” que dejaron mal sabor de boca. Ni Oribe Peralta, quien había sido llamado el “hombre gol” en las jornadas anteriores pudo mostrarse y fue muy notoria la superioridad de los argentinos la noche del 23 de abril en el juego de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores 2014.
La noche era caliente y calentó aún más los ánimos de los jugadores, quienes en momentos parecía se enfrascarían en broncas que por fortuna, no se suscitaron. Es así como Atlético de Lanús termina con el Santos Laguna en su propia casa y avanza hacia cuartos de final en la Copa Libertadores junto con el Bolívar de Bolivia quien había vencido al conjunto mexicano León también en octavos de final. El León quedó fuera sin perder un solo juego en la serie, sin embargo, el gol recibido provocó su salida.

Los goles fueron metidos en las redes por Isamel Blanco en el minuto 28 aprovechando el error de Jonathan Lacerda quien, convirtiéndose en un aliado argentino, simplemente paso el esférico al delantero contrario en el área chica, acción que aprovechó para adelantar el marcador.
El segundo tanto, se presentó en el minuto 50 en los pies de Pablo Goltz, penalti bien cobrado hacia el poste derecho por el capitán del equipo Lanús.
Hoy, pasando los primeros minutos del día, Santos Laguna le falló a su afición que se abarrotó en el Territorio Santos Modelo y, simplemente, se fue de la Copa Libertadores, ofreció un juego decepcionante que mereció el abucheo de quienes se dieron cita en “La Casa del Dolor Ajeno”, terminando con un marcador global de 4 goles por 1.


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