Cayó 3 goles por 2 ante Jaguares, quienes se entregaron a la
afición lagunera y reventaron al nóvel portero santista Julio González
Como unos verdaderos alebrijes, los Jaguares de Chiapas se
invistieron en su fenomenología y pasaron de ser sólo un equipo de futbol
ocupando la doceava posición en la tabla general con 17 puntos, en futbolistas
de época, vinieron a La Laguna y patearon el balón con gracia, sacaron su casta
que los caracteriza como ciudadanos del sur mexicano y gritaron metiendo el
esférico en la portería…”somos pobres pero orgullosos”. Ese eco se escuchó en
todo lo alto del Territorio Santos Modelo que ofreció como ofrenda a sus
Guerreros en un Sábado de Gloria que se antojaba celestial para los albiverdes,
quienes hasta la noche de ayer se posicionaban en el envidiable tercer lugar de
la tabla general del futbol mexicano.
Los Santos se sentían glorificados al celebrarse en gran
parte del mundo el Sábado de Gloria, día en que Jesús crucificado ascendía al
cielo, por eso, la escuadra de Pedro Caixinha sentía la deidad en sus pies,
además de la confianza de mantener 24 puntos a su favor, apenas a un punto para
su ingreso a la Liguilla.
Sin embargo, la historia no estaba escrita, esos datos duros
anotados en la página futbolera provocarían un traspiés en los Santos de la
Comarca, quienes cayeron abruptamente y perdieron la gloria en su terruño, se
vieron diezmados en calidad, técnica y estrategia, mientras un Mark Crossas,
abucheado en sus jugadas por su propia afición, provocaba errores que formaron
parte de la estadística de goles en contra, fue tanta su vergüenza que escondió
su figura al iniciar la segunda mitad de este encuentro, el penúltimo del
Torneo Clausura 2014.
El de anoche, fue un juego electrizante donde los Alebrijes,
fieles a su concepción parecían animales cambiantes de imagen, color y
capacidad que desvanecieron las esperanzas de los Santistas de verse desde
anoche, en la lista de los glorificados para participar en la liguilla.
Sin embargo, quedaron anotados en la historia del futbol
mexicano en este Torneo Clausura 2014, el gol anotado en el minuto 17 por
Andrés Rentería, ese balonazo que amplió las esperanzas de los aficionados pero
no de los jugadores que se dejaron vencer, se dejaron sobreponer por la
valentía de los chiapanecos, quienes pese a no recibir sus emolumentos durante
quincenas, jugaron como dioses en tierra ajena.
El minuto 27 con un error marcado por Nestor Araujo sobre
Lucas Viatri, abrió la oportunidad de gol para los muchachos de Sergio Bueno,
quien se llevó el triunfo de su vida y la oportunidad de mantenerse en la lista
de las posibilidades para ingresar al sorteo grande del futbol.
Continuaron las jugadas y fue precisamente Rodolfo Salinas
en el minuto 33 cuando permitió que Féllix Araujo metiera por segunda ocasión
el esférico en la portería de Julio
González y continuar con el tercer gol en los pies de Wilberto Cosme, quien
aprovechó el bote de balón luego del tiro
de larga distancia de Bruno Pereira, ese sería el tanto que marcaría el
triunfo de los Jaguares que se enfrentaron y jugaron con pasión.
La segunda mitad, fue parte de una historia que la afición
santista esperaba como costumbre, la “voltereta” del encuentro y el triunfo de
un equipo que no supo jugar futbol, que no se entregó y por ende, sólo decidió
meter un segundo gol producto de un penaltie cobrado por Oribe Peralta quien,
pese a su poca destreza en los pies, logró colocar el esférico y dejar un
marcador de 3 goles por 2 que dejo mal sabor de boca a los aficionados de la
Comarca Lagunera que despidieron con alegría a un Sergio Bueno, director técnico
de los Alebrijes de Chiapas, antiguo recuerdo en la dirección de los Guerreros
del Santos Laguna.
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