Durante 70 minutos las Águilas del América reconocieron el campo rival donde tratarán de llevarse una victoria esta noche, en su paso por las Semifinales de la Concachampions y donde ellos fueron campeones el año pasado.
El entrenamiento se abrió para medios de comunicación solo quince minutos. En medio de la nada, solo el personal que labora en el estadio y ellos. Quienes se saben admirados, así que sus poses fueron así, de divos.
Ricardo Peláez solitario. Observando a los jugadores que estaban en duplas tocando el balón. Se fue hacia las gradas y no les quitó la vista, sobre todo cuando practicaban los tiros a gol.
Oribe Peralta, el hijo prodigo de La Laguna no quiso atender a nadie, es más, ni siquiera se detuvo a saludar aquellos que han seguido su carrera desde cuando se inició en el CESIFUT allá en la ciudad Jardín.
Con su “look” de hombre maduro y la barba que denota a hombres cultos, se siguió de frente y dejó a sus compañeros que tuvieran sus minutos de gloria, él seguramente lo demostrará este miércoles en la cancha.
Sorprendió que los Americanistas no quisieran hacer uso de los vestidores del Estadio. Al término de la práctica tomaron su camión y se fueron, listos para jugar la primera parte de la Semifinal de la Concachampions.
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