Se esperaba más
*Como peregrinos en viernes de
viacrucis, ríos de coches se desplazaron hasta el TSM para ver a sus ídolos
americanistas y santistas, pero en especial a Oribe Peralta, Carlos Darwin
Quintero y Osmar Mares.
Como peregrinos en viernes de viacrucis, los aficionados
emulando un río de coches, se desplazaron desaforados hasta el Estadio Corona
en donde esperaban mejores acciones o posiblemente otros resultados que
colocaran al equipo de sus preferencias, a la cabeza en esta semifinal de la
Concachampions.
Sin embargo, los resultados no fueron los esperados ni se
cumplieron las cábalas de vencimiento en favor de Las Águilas del América sobre
unos Guerreros del Santos Laguna quienes desde el primer minuto del encuentro,
buscaron no recibir gol en su portería y por ende, en su “casa del Dolor
Ajeno”.
El juego de este miércoles en el estadio Corona, fue trabado
de inicio a fin con acciones de peligro en los pies de Carlos Darwin quien
intentó continuamente dañar a Agustín Marchesín sin lograrlo, mientras Oribe
Peralta, cubrió el adagio que señala “el que perdona pierde” y aún y cuando su
equipo no perdió, si provocó ese glorioso empate de cero goles para Luis
Zubeldía y Alejandro Irarragori que llegarán al Estadio Azteca con muchas ganas
de ganar.
Santos recibió en la llamada “Casa del Dolor Ajeno” a un
América que venía envalentonado al ganar su clásico contra Chivas y las
profecías eran muchas: triunfo águila en el Corona y mermar así la fuerza
guerrera en su juego de vuelta el próximo miércoles 5 de abril en el Azteca.
Esta es la segunda ocasión en que los equipos mexicanos
cubren las semifinales de la Concachampions. Ambos equipos se encontraban
enrachados y se esperaba un mejor encuentro en donde el América busca revalidar
su campeonato en esta copa.
Pero lo más seguro del encuentro de anoche, fue la intención
aficionada de ver ahora a sus exsantistas Oribe Peralta, Carlos Darwin Quintero
y Osmar Mares vistiendo la casaca americanista y ser testigos de posibles goles
que no se dieron, pues tanto Darwin como Peralta perdonaron y con ello,
colocaron en la encrucijada a su equipo que pese a mantener el control del
balón y el dominio de muchas acciones, no pudieron concretar ese triunfo tan
necesario y regresar a su casa con un triunfo que los vanagloriara.
Santos Laguna y América si jugaron, si se enfrentaron y se
pudieron ver algunas acciones con destellos de un buen futbol, pero todo quedó
igual, ahora Luis Zubeldía deberá ver hacia adelante y definir una estrategia
de juego que le permita ganar esta copa. La afición está ansiosa y quiere una
copa.
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