Para
el anecdotario
Julián Parra Ibarra
Dicen los analistas políticos y estudiosos de la
cosa pública, que estamos a días de que el alcalde de Torreón, Jorge Zermeño
Infante, presente solicitud de licencia para ausentarse del cargo, con la finalidad
de estar en posibilidades de que su partido, el PAN, lo postule para ir en pos
de una diputación federal, sea esta por la vía de los votos o por la
plurinominal.
Zermeño Infante es el hombre que más años ha pasado
al frente de la Presidencia Municipal de Torreón. Fue el primer candidato
emanado de un partido distinto al PRI en llegar a la alcaldía por el periodo de
los últimos tres años del milenio pasado.
Fue también el primero en postularse para un nuevo
periodo en 2017, para cubrir un excepcional lapso de un año, que cumplió
durante 2018, año en que se volvió a postular, para convertirse en el primer
alcalde torreonense en haber sido reelecto, ahora para un periodo de tres años,
que inició en 2019 y que todavía está vigente hasta el último día de este 2021,
ya que en junio se elegirán las 38 alcaldías de Coahuila. Si solicita licencia,
como muchos lo prevén, quedarían incompletos los siete años para los que ha
sido electo (de 1997 a 1999, 2018, y 2019 a 2021).
El primer alcalde de Torreón en haber dejado
inconcluso el periodo para el que fue electo, en la época moderna, fue el
finado Mariano López Mercado, quien debió dejar el cargo en contra de su
voluntad tras cumplir el segundo año de su administración, por problemas con el
gobernador en turno. Su lugar fue ocupado por el doctor Salvador Jalife García,
quien se convirtió así en el primer alcalde interino de Torreón en la época
moderna.
Tras dejar inconcluso su mandato, en la elección de
ese 1996, su partido, el PRI, perdió por primera vez en la historia la alcaldía
de Torreón. Jalife García le entregó la estafeta a Zermeño Infante, el primer
alcalde de oposición, quien se había impuesto en las urnas al priista Salomón
Juan Marcos Issa.
En un segundo intento, Juan Marcos Issa consiguió el
triunfo tres años más tarde -1999-, para devolverle al PRI el municipio torreonense
para el trienio 2000-2002, pero tampoco cumplió con su periodo completo,
solicitó licencia para separarse del cargo para ir en pos de una diputación
local. El último año de esa administración, lo cubrió Javier Garza de la Garza,
y en esa elección el partido del alcalde con licencia, volvió a perder la
elección; y en la siguiente administración llegó a la alcaldía el panista
Guillermo Anaya Llamas.
Un tercer alcalde que dejó inconcluso el periodo
para el que fue electo, es Miguel Ángel Riquelme Solís, quien dejó el cargo
para convertirse en el candidato del PRI al Gobierno del Estado, puesto que
actualmente ocupa. El último año de su mandato municipal, lo cubrió Jorge Luis
Morán Delgado.
Por tercera ocasión, el partido del alcalde que
solicitó licencia, perdió las elecciones, al llegar nuevamente Jorge Zermeño
Infante, primero para un periodo de un año, y luego reelegirse para un segundo
mandato, ahora de tres años. Es decir, en la historia moderna del municipio de
Torreón, siempre que un alcalde solicita
permiso para ausentarse del cargo, su partido pierde las siguientes elecciones.
Casualidad,
coincidencia o por el motivo que usted quiera, pero cuando un alcalde no cumple
completo, por la razón que sea, el periodo para el que fue electo, su partido
pierde la siguiente elección.
Otra
‘curiosidad’ en la vida pública del municipio torreonense, es que desde que se
inauguró la alternancia, ningún partido ha sumado tres triunfos consecutivos.
Tras la primera administración
opositora, con Jorge Zermeño, le siguió el priista Salomón Juan Marcos Issa;
después el PAN ligó dos triunfos consecutivos con Guillermo Anaya Llamas y José
Ángel Pérez Hernández; el PRI regresó con dos al hilo, con Eduardo Olmos Castro
y Miguel Ángel Riquelme; y luego el PAN ligó dos triunfos consecutivos con
Jorge Zermeño, primero para la alcaldía de un año, y luego en la reelección
para el regreso a los periodos de tres años.
Si quiere estos detalles
pueden servir solamente para el anecdotario, pero se los dejo sobre la mesa,
para que igual cada quien le dé la interpretación que considere. Ciertamente no
son reglas que deban cumplirse a pie juntillas, pero son hechos que hasta este
momento se han comportado como una constante en los rubros considerados.
Pero como siempre, es usted
quien tiene la última palabra y la mejor opinión.
@JulianParraIba
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