Decadencia política
Julián Parra Ibarra
Desde hace por lo menos un cuarto de siglo, la política mexicana ha caído en una decadencia que parece no tiene fin, o al menos no se le ve el fondo en el que pueda parar. En ninguno de los partidos políticos aparecen figuras ni liderazgos que marquen una diferencia entre unos y otros, y contra todo lo que se diga o deje de decir, indistintamente de los colores, credos, siglas o corrientes, todos son iguales.
De pronto cuando se han adelantado como nunca los tiempos para la sucesión presidencial de 2024, uno voltea y analiza uno a uno los partidos y las cartas que cada uno de ellos pudiera ofrecer al electorado mexicano, pero la verdad es que para donde quiera que se voltee, la caballada está terriblemente flaca.
Vamos hoy no hay ni siquiera en las dirigencias de los partidos, una figura que destaque, que se salve. Uno ve a los Mario Delgado, a Alejandro Moreno, a Alberto Anaya, a Marko Cortés, y de todos no se alcanza a hacer ni siquiera la mitad de uno. Quizá, y eso ya es mucho decir, el que tiene más formación verdaderamente política es Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano. No hay líderes en los partidos, no hay políticos de los de a de veras, y por eso es que se ven en las cámaras los pobres y denigrantes espectáculos que nos presentan diputados y senadores.
Vea y haga usted un análisis somero, incluso de las candidaturas que los partidos han propuesto para las gubernaturas y quienes han llegado al puesto en los años recientes. Qué le digo, los Duartes, Rodrigo Medina, Cabeza de Vaca, los propios Alito Moreno y Adán Augusto López, Cuauhtémoc Blanco, Layda Sansores, Jaime Bonilla y un largo etcétera. Y lo que anticipan los partidos que nos van a presentar como propuestas –o al menos de los que más ‘suenan’ en los medios y que levantan la mano- para la elección presidencial: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Enrique de la Madrid, Alejandro Moreno, Beatriz Paredes, Ricardo Anaya y otro largo etcétera.
Igual de entre todos, no se logra ni la mitad de uno. Pobre México, con ese tipo de políticos, para qué quiere enemigos.
laotraplana@gmail.com
@JulianParraIbarra
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