miércoles, 3 de octubre de 2012

Con su obra, Francisco José Amparán se adelantó a películas como Tesis y 9 milímetros





Hace casi 20 años, Francisco José Amparán (1957-2010) modeló en su narrativa de corte policiaco una descripción detallada de la corrupción de una sociedad desde sus estratos económicos más bajos hasta los más altos.

En Otras caras del paraíso, libro publicado en 1995 por una editorial independiente de Monterrey y que ahora rescata Almadía, Amparán se adelanta a acontecimientos que trastocaron la Comarca Lagunera años después, tales como los feminicidios de Ciudad Juárez.

El personaje principal es el ingeniero Francisco Reyes Ibáñez, quien en sus ratos libres se dedica a resolver casos policiales. Ante la llamada de un cliente para esclarecer la desaparición de Helena Salgado, va adentrándose cada vez más en distintas redes de corrupción y cine snuff.

El escritor Julián Herbert, quien fuera amigo del autor, realizó el prólogo de Otras caras del paraíso y comenta para CulturaMX las razones por las cuales la obra de Francisco José Amparán adquiere un valor único con el pasar de los años.

“El libro se editó en el ‘95 pero originalmente fue escrito en el ‘93 y apareció en una editorial de Monterrey que se llamaba Ediciones Castillo. Tuvo poca circulación en su momento.

“Creo que es un libro muy vigente ya que además de las cuestiones de literatura y técnicas; en el plano argumental hay dos temas que me sorprenden mucho, uno es el feminicidio, en 1993 todavía no sabíamos nada de las muertas de Juárez, ya había este tipo de violencia pero la cobertura y lectura social que se hacía no estaba dada. Francisco José Amparán es de los primeros escritores mexicanos que se asoman a este mundo tan siniestro, esa para mí es una de las cosas sorprendentes que dan mucha actualidad a la novela.

“Por otro parte, la forma en cómo decide hilar el argumento entorno a la noción del cine snuff se le adelantó incluso a Hollywood, porque en el momento en el que se publicó esta novela todavía no se filmaba ni Tesis ni 9 milímetros”.

Otro de los aspectos que Herbert destaca es el sentido del humor de Amparán, retratándolo como un “escritor desenfadado”, pues a pesar de tratar con temas muy crudos mantiene el tono humorístico dentro de una atmósfera enrarecida.

Asimismo, para el prologuista y autor de Un mundo infiel, la narrativa de Francisco José Amparán se volvió “un referente de hacia dónde estaba desplazándose la literatura del norte de México o ciertos rasgos estilísticos que pueden identificarse en esa literatura. Creo que él lo tenía muy claro, incluso desde los ochenta, desde sus cuentos ya empieza a perfilarse lo que iba a ser más tarde la literatura del norte de México. Creo que es un antecedente bien importante en muchos sentidos, en términos de temas estilísticos”.

Para las plumas jóvenes del norte de México como Jorge Luis Boone, Carlos Velázquez y el mismo Julián Herbert, la literatura de Francisco José Amparán tiene una influencia innegable debido a que en sus escritos logra dar una identidad cosmopolita a una ciudad como Torreón, lo cual es reflejo del bagaje cultural de Amparán, quien también ejerció el periodismo.

Para Herbert en Otras caras del paraíso Francisco José Amparán además de desarrollar una novela policiaca, también construyó de forma mítica la Comarca Lagunera, “que es un territorio muy peculiar en el país, un caldo de cultivo de cuestiones bien complejas, de lo que pasa en el norte de México que tiene que ver con estas zonas medio fronterizas entre estados. Es como tres ciudades que son una sola, con un sector rural que históricamente ha sido muy cercano a movimientos sociales pero también a la delincuencia organizada”.

En vida Francisco José Amparán fue un apasionado de la historia y la docencia, en el ramo literario trabajó incansablemente en cuentos y novelas de corte policiaco que le llevaron a ser galardonado con premios como el Latinoamericano de Cuento en 1983 y el Nacional de Cuento San Luis Potosí 1986, por mencionar algunos.




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