martes, 23 de marzo de 2021

A LA BÁSCULA


Tragedia

Julián Parra Ibarra

Al cumplirse una semana del inicio del incendio forestal en la Sierra de Arteaga, éste ha consumido ya de acuerdo con reportes de la Secretaría de Medio Ambiente de Coahuila, cerca de 2 mil 500 hectáreas de área boscosa; pero que también ha provocado daños en más de 2 mil 100 hectáreas con la colindante Sierra de Santiago, del lado de Nuevo León.

Al iniciar las actividades este martes, se tenía un 40 por ciento de control del incendio, pero los fuertes vientos con ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora provocados por la presencia del Frente Frío número 44 y que se dejaron sentir durante el lunes, provocaron que el fuego se reavivara de manera descontrolada, y como consecuencia de ello ha obligado a las autoridades a replantear la estrategia del combate al incendio, remando a contracorriente por las condiciones climatológicas.

Para colmo, durante la mañana del lunes se informó del surgimiento de tres nuevos incendios en la Región Sureste, uno de ellos en la Sierra de Zapalinamé e el municipio de Saltillo, muy cerca de zonas altamente habitadas como los sectores de Loma Linda y Mirasierra.

Dos puntos son importantes destacar en medio de la tragedia, las causas que originaron el incendio y que ya investiga la Fiscalía General del Estado, y que podría llevar a descubrir que todo fue causado por el descuido y error humano; y el otro que las autoridades locales y los brigadistas se han tenido que ‘rascar con sus propias uñas’ en esta ardua, extenuante y peligrosa labor, debido a que la instancia federal encargada del combate a los incendios forestales, la Conafor, es una de las muchas a las que el gobierno federal le ha recortado dramáticamente el presupuesto, y por tanto no tienen capacidad operativa, y si acaso la tienen es muy reducida.

Solamente del 2018 al 2019, la Conafor perdió cerca de 32 por ciento de su presupuesto total, y hasta el año pasado en los últimos cuatros, vio reducir su presupuesto en 80 por ciento, al pasar de 5 mil 178 millones de pesos en 2016, a mil 154 con los que contó hasta el año pasado.

En esas condiciones, es muy difícil que los estados puedan recibir apoyo federal para el combate a los incendios forestales. En este entre las Sierras de Arteaga en Coahuila, y la Sierra de Santiago n Nuevo León, prácticamente los gobiernos estatales han tenido que hacer frente a la tragedia ecológica en que se ha convertido este siniestro, que todos esperamos que cuanto antes, pueda quedar sofocado en su totalidad, para evitar que provoque más daños de los que ya ha provocado hasta ahora.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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