SE CAYÓ EL CIELO…LLORABA CON ESTERTORES LASTIMOSOS
Se cayó el cielo…Los Santos, favorecidos por Tláloc el Dios
de la Lluvia, en Náhuatl, Néctar de la tierra, no alcanzaron a levantar el
vuelo, pues su arribo a la fiesta grande de la Liga MX, en definitiva, no se
logra ni ganando el último partido que se jugará contra el rebaño sagrado el
próximo 22 de noviembre en el Omnilife.
Por lo pronto, los aficionados esperaban lluvia y llegó;
esperaban un triunfo que no se dió anoche contra un Monarcas que venía mermado
y con una puntuación de 20 tantos, 15 juegos jugados y colocado en la posición 11,
mientras que Santos se estatizaba en la posición 16 con 15 juegos jugados, 3
ganados, 5 empates y 7 pérdidas, además con 16 goles a favor y 21 en contra.
Pero, si de hablar de campeones se trata, anoche se coronó
Israel Flores al atragantarse 4 perros calientes convirtiéndose así en el
campeón “desgraciado”, al igual que su equipo de los amores, Los Guerreros del
Santos Laguna que, con Pako Ayestarán a la cabeza, dejaron deudas difíciles de
pagar y pasaron de ser, el equipo campeón al equipo del “ya merito”, al de “por
poquito y pasamos”, al de “por poco lo logramos”.
Y es que el futbol mexicano carece en realidad de calidad
futbolística que permita una competencia atroz y que aquellos cuadros competitivos
sean en realidad, campeones y ostentadores de una copa decorosa que los honre,
que los haga sensibles de una realidad mundial de un futbol de calidad y de
pelea.
Anoche, en La Laguna el cielo lloraba, con estruendos
desgañitados hacía sentir su dolor, se desgajó en sollozos con estertores
lastimosos e hizo pavorecer a los aficionados quienes se desplazaron de sus
butacas y se guarecieron de la lluvia feroz en los pocos espacios donde se
podía apreciar un mal juego de pelota y un campo de juego que se desgajaba a
pedazos el pasto al ser pisoteado por los tachuelones de los zapatos de 22
guerreros del balompié que buscaban no
dejarse vencer.
Después de su último juego en el Omnilife contra Chivas,
Santos regresará al TSM la segunda semana de enero. El juego de anoche
Santos-Morelia, fue un encuentro de 2 equipos con realidades distintas y ambos
de malos resultados.
Santos de Pako Ayeatarán y Alejandro Irarragori buscaron
anoche despedirse de su afición brindando un triunfo, negado éste durante toda
la temporada, mientras que Monarcas buscaba escalar posiciones en la tabla
porcentual y acceder a la liguilla.
En la mal llamada “Casa del Dolor Ajeno”, los laguneros por
primera vez en su historia ligaron 9 juegos sin ganar como locales en la
Primera División el Futbol Mexicano, permitiéndoles así a los poco más de 16
mil asistentes al Territorio Santos Modelo, ser testigos de un Monarcas
convertido e investido en uno de los mejores visitantes del torneo con 4 juegos
ganados, 1 empate y 3 perdidos.
Anoche, el cielo lloró en La Laguna. Tláloc, el Dios de la
Lluvia llegó y se posicionó del TSM y ni los cánticos de los aficionados
santistas pudieron evitar un resultado de 3 goles por 2 e n favor de un
Monarcas que vino a demostrar que un campeón, no siempre puede sostener su
corona con orgullo, dignidad y rebeldía y que basta sólo en ocasiones, una
humildad verdadera, una lealtad sincera y amor por sus colores, por su afición
y respeto al equipo.
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