Rector
activista
Julián
Parra Ibarra
El
activismo que ha venido desarrollando el rector de la Universidad Autónoma
Coahuila, Salvador Hernández Vélez, no es algo que debiera sorprender a nadie,
por lo que la lucha que ha emprendido en la defensa de la Tortuga Bisagra y la
preservación de la biodiversidad en el Valle de Cuatro Ciénegas ni es una
ocurrencia, ni es una moda que con el paso de los días vaya a pasar.
Salvador
–para quienes tenemos años de conocerlo-, sabemos que es un tipo que desde
siempre y desde distintas trincheras ha tenido una intensa participación en
diferentes movimientos sociales, y de algunos de ellos ha quedado testimonio en
libros de su misma autoría que sirven además como obras de consulta para las
nuevas generaciones.
‘El
movimiento urbano popular en La Laguna 1970-1980’ y ‘Viesca, de oasis a páramo’
son algunos de estos documentos cuya lectura nos permite conocer la parte del
activismo social de Hernández Vélez que a muchos ha sorprendido, sobre todo
porque –aunque así debiera ser siempre por el compromiso social que la
institución a la que representan, debe tener con la sociedad a la que se debe,
y a la que sirve-, es poco común ver a un Rector de nuestra Máxima casa de
estudios dejar su cómodo sillón y confortante oficina con aire acondicionado,
para ir a las calles, a los valles, a los cerros, a los llanos de nuestro
Estado, para conocer, para respirar, para sentir a flor de piel lo que le
duele, reclama y requiere esta nuestra hermosa tierra.
En
Cuatro Ciénegas, la lucha emprendida por el rector de la UAdeC no se limita a
recabar firmas para defender a la Tortuga Bisagra y presentar otras tantas para
la conservación de lo que en otros tiempos se le conocía como ‘El marecito’, es
decir, las pozas y la gran biodiversidad que existe en ese ecosistema.
El
jueves de la semana pasada, la Universidad Autónoma de Coahuila en voz de su
rector, presentó al gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, el proyecto de la
Máxima casa de estudios, para crear en la zona, el Centro de Investigación y
Conservación de la Biodiversidad y la Ecología de Coahuila en Cuatro Ciénegas.
Atestiguaron el hecho Arturo González director del Museo del Desierto, y Mario
Valdés Garza, director de COECyT.
Salvador
Hernández Vélez ha alertado que no se debe permitir que suceda en Cuatro
Ciénegas lo que ocurrió en Viesca que de ser un oasis pasó a convertirse en
páramo. Desde los distintos segmentos de la sociedad y de todos los rincones
del Estado se debe apoyar esta iniciativa, porque finalmente Cuatro Ciénegas es
patrimonio de todos los coahuilenses.
@JulianParraIba
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