Julián
Parra Ibarra
Cada vez queda más que comprobado en los hechos que las
llamadas lluvias ‘atípicas’ en la Comarca Lagunera se nos vuelven más
recurrentes, y cada vez los daños que provocan son más cuantiosos, tanto en la
infraestructura urbana, como en empresas, propiedades privadas y, sobre todo,
de viviendas de las colonias que fueron edificadas en las zonas más bajas de la
ciudad, y en las que la carencia de servicios se agudiza.
La Laguna fue considerada durante muchos años como una
región no llovedora, en la que más bien la característica principal eran los
prolongados periodos de sequía, y los espacios entre años llovedores era más
bien amplio.
Y aunque mucha gente no le da mucho crédito a la teoría
del calentamiento global, el cambio climático nos viene dando cada vez muestras
más palpables en los años recientes. Los fenómenos meteorológicos son cada vez
más frecuentes, y los impactos de éstos son también más virulentos.
En esta Región desde hace poco más de tres décadas que la
gente viene clamando por la construcción de un sistema de drenaje pluvial que
evite o al menos aminore los impactos por las inundaciones que provocan las
lluvias cada vez más intensas en periodos demasiado cortos. Si no, pregúntele a
los tres más recientes alcaldes de Torreón: Eduardo Olmos, Miguel Riquelme y
Jorge Zermeño Infante, que han pasado las de Caín cuando Torreón prácticamente
ha quedado bajo el agua, durante sus administraciones.
En este mismo espacio lo hemos insistido en varias
ocasiones, ojalá que entre los gobiernos estatal y municipal se lograran sumar
esfuerzos, y ambos empujaran con el próximo gobierno federal, para lograr que
se alcance una mezcla de recursos, que se etiqueten para esa obra y por fin se
pueda cristalizar el añejo sueño de los laguneros.
Durante la construcción del Teleférico de Torreón, esa
obra fue muy criticada por muchos ciudadanos porque se consideraba que había
necesidades prioritarias. El argumento que siempre se esgrimió es que los
recursos estaban etiquetados precisamente para la construcción del teleférico y
de no emplearse en ello se tendrían que regresar a la federación.
Aunque pudiera ser un sueño, pero ¿No el superdelegado
del gobierno federal en Coahuila es de La Laguna? ¿No en años soñamos con tener
un gobernador lagunero y en estos momentos lo tenemos? ¿No el actual alcalde es
el primero que lo será en tres administraciones distintas y al que la gente le
volvió a otorgar el voto porque existe la confianza de que vele por el interés
de Torreón? Y los tres juntos ¿no pueden sumar voluntades para que lleguen los
recursos etiquetados para el drenaje pluvial? Son preguntas.
laotraplana@gmail.com
@JulianParraIba
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