martes, 8 de febrero de 2022

A LA BÁSCULA

Lecciones

Julián Parra Ibarra

Hace seis años, Esteban Villegas Villarreal buscó por primera vez la gubernatura del Estado de Durango, propuesto por su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), pero su ex compañero de partido y en ese momento ya abanderado de la alianza entre PAN y el PRD, José Rosas Aispuro, le ganó en la carrera, en una muy buena parte gracias a la pésima administración de Jorge Herrera Caldera, el gobernador priista más panista del país, se le conocía entonces.

Sobre el supuesto de que el PRI seguía siendo el partidazo puesto que nunca había perdido la gubernatura duranguense, se dejó llevar y guiar por gente que le encapsuló y lo mantuvo lejos del alcance de la gente de a pie y de muchos medios de comunicación. Al final del día la estrategia no funcionó y Aispuro Torres se convirtió en el primer gobernador no priista de la entidad.

Seis años después, Villegas Villarreal vuelve a la escena buscando en su segundo intento, hacerse de la gubernatura duranguense, y de entrada parece ser que aprendió la lección de hace seis años, y que si aspira a convertirse en mandatario, su campaña la tiene que construir sobre la unidad, la humildad y la apertura.

La unidad no solo con los militantes y simpatizantes de los partidos que conforman la alianza Va por Durango, el PRI, el PAN y el PRD, sino con ls candidatos o de su partido o de su alianza a las alcaldías a lo largo y ancho de la entidad, particularmente con Leticia Herrera Ale, quien puede convertirse en un pilar importantísimo para la consecución de votos en la parte duranguense de la Comarca Lagunera.

Pero la alianza principal, debe ser con los ciudadanos, con los que debe ahora sí presentarse con una gran humildad, y tener apertura para escuchar a la gente y abrirse ante los medios de comunicación sin importar si económicamente son grandes o chicos, porque en cuanto a su penetración e influencia, cada uno tiene ‘lo suyito’, sin menospreciar a nadie.

Los líderes del PAN y el PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, ya estuvieron en la entidad para cerrar filas en torno a su candidatura, y ahora dependerá mucho de él mismo y el equipo que lo rodea conservar e incrementar esa unidad, que es la única forma de que logre el objetivo que se ha propuesto.

Si se cierra otra vez y se aleja de la gente y de los medios, él mismo se puede convertir en su principal obstáculo en la carrera a la gubernatura. Veremos si quedó aprendida la lección de hace seis años.

 

laotraplana@gmail.com

@JulianParrai

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