Julián Parra Ibarra
Una de las cosas más odiosas luego de un tropiezo –o
fracaso, como se le quiera ver-, es que alguien llegue y te diga ‘te lo dije’,
y aunque suene petulante–decían los antiguos que elogio en boca propia suena a vituperio-,
pero a través de esta columna lo dijimos hasta el cansancio en su momento, que
Jorge Herrera Caldera, el (todavía) gobernador de Durango solamente tenía dos
opciones: o avalaba la candidatura de la lagunera Lety Herrera a la gubernatura,
o iba a terminar por entregarle el poder a la Oposición.
Finalmente prefirió pasar a la historia como el gobernador que tras un reinado de casi 90
años del PRI en la entidad perdiera por primera ocasión la gubernatura, antes
que permitir que una lagunera –y además mujer- pudiera sucederle en el puesto.
Cero y van dos estados en los que la dirigencia priista
nacional ha desplazado candidaturas naturales de su partido para imponer a las
favoritas del gobernador saliente, y en ambos casos el tiro les salió por la
culata: Ivonne Álvarez en Nuevo León, y Esteban Villegas Villarreal en Durango.
Ahí le encargo cómo le está yendo a Rodrigo Medina, y lo que le espera a
Herrera Caldera.
Al
revés volteado
Hace seis años, José Rosas Aispuro parecía que tenía todo
controlado para ganar las elecciones a Jorge Herrera Caldera, pero en la recta
final quiso poner mayor énfasis en la zona de la capital del estado, y descuidó
el área de La Laguna, y fue en éste territorio en que el priista construyó su
triunfo y su llegada a la gubernatura.
Seis años después, ahora al candidato del PRI le
vendieron la idea que todo se iba a resolver en La Laguna, por lo que centró la
mayor parte de su campaña en la Región, y descuidó la zona de la capital por
dos aparentes razones: porque allá era su territorio de donde venía de ser
alcalde, y porque allá operaba su padre político, lo que presumiblemente le
garantizaba que no tendría mayores contratiempos. Pues ahora la derrota priista
se tejió en el que se supone que era el terreno sobre el que tenían mayor
control, el candidato y el Gobernador.
Ni
cómo echarle la culpa
Aunque hubo quien tenía la intención de ‘colgarle el
muertito’ de la derrota a la virtual alcaldesa de Gómez Palacio, Leticia
Herrera Ale, los números arrojados por la elección, contundentes e
irrefutables, no dejan un solo resquicio para reclamo alguno.
Lety no sólo logró un triunfo aplastante sobre el
candidato del PAN-PRD Francisco León ‘Pancho León Jr.’, sino que sacó adelante
las diputaciones de los candidatos de su partido con cabecera en Gómez Palacio.
Los números también muestran que al final de cuentas no surtió efecto el ‘voto
diferenciado’ que tanto se promovió. El número de votos para gobernador y para
diputado en cada uno de los distritos, son muy similares.
Así que a la hora de hacer el balance final, que quienes
tomaron las decisiones al interior del PRI para designar las candidaturas, que
no volteen a ningún lado en busca de los culpables de la debacle priista, los
responsables están adentro. Si quiere lo doy pistas nomás no ande de chismoso:
uno sus iniciales son Jorge Herrera Caldera, y el otro sus iniciales son Manlio
Fabio Beltrones.
Reconciliación
Sin que ello
signifique ‘borrón y cuenta nueva’ porque se habrá de revisar minuciosamente
las condiciones en que se recibe la administración y si se encuentran
irregularidades se actuará contra los responsables, el Gobernador electo
duranguense, José Rosas Aispuro, en entrevista en el noticiero En Línea que se
transmite a través de La Otra Radio, dijo que lo que sigue inmediatamente
después de pasada la elección, es tender puentes de comunicación con todos los
actores políticos del estado, para evitar que se queden abiertas heridas que
impidan el crecimiento y desarrollo que se busca para Durango.
Confirmó que este mismo lunes habló ya con Esteban
Villegas Villarreal y el (todavía) gobernador Jorge Herrera Caldera, de quienes
reconoció su apertura para dialogar, siempre en la búsqueda y beneficio del
Estado.
Durango ya decidió, la gente optó por la alternancia, y
ahora corresponde a las próximas autoridades, responder a
la confianza depositada en las urnas. Durango no puede seguirse rezagando, le
urge ponerse al parejo del resto de las entidades vecinas, para dejar de ser el
estado más pobre del norte, el ‘Chiapas del norte’. Esperemos resultados.
@JulianParraIba
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