Triunfó el
abstencionismo
Julián
Parra Ibarra
En
algunos países del primer mundo, los ciudadanos acuden en números muy bajos a
las urnas, porque consideran que no es necesario hacerlo, ya que en su
comunidad las cosas marchan bien, tienen resueltos las necesidades básicas como
la seguridad, los servicios públicos primarios como alumbrado, pavimentación,
agua potable, entre otros.
En
otros como el nuestro, la abstención de nuestra gente en las elecciones, es
multifactorial y hasta cierto punto complejo de entender. El domingo pasado
hubo elecciones en seis entidades, y en dos de ellas, Baja California y Puebla,
estuvo en juego la gubernatura, y un supondría que los ciudadanos tendrían un
gran interés en acudir a las urnas para decidir quién los habrá de gobernar por
los siguientes dos años en el primero de los casos, y por los próximos seis en
el segundo.
Lastimosamente
no fue así, y el gran triunfador el pasado domingo lo fue el abstencionismo,
fantasma al que se le temía y del que hablé en este mismo espacio en una
entrega anterior. Solamente 33.4 por ciento de los poblanos acudieron al
llamado de las urnas, y los bajacalifornianos todavía en menor proporción:
solamente 29.63 por ciento.
De
los seis estados en los que hubo elecciones el pasado domingo, el peor en
cuanto a participación ciudadana fue Quintana Roo, donde apenas 29.63 por
ciento de los ciudadanos en condiciones de votar, acudieron a cumplir con su
deber que al mismo tiempo es una obligación cívica.
De
estas seis entidades, no podemos decir que el que tuvo mayor participación,
sino el más bajo nivel de abstencionismo, fue Durango, con un 44.82 por ciento,
que sigue siendo muy baja, pero un poco menos del doble de lo que lo hicieron
los quintanarroenses.
Lo
que sí en Durango, la mancha la significó Gómez Palacio, el segundo municipio
en importancia por su densidad poblacional y por su economía, y donde acudieron
a las urnas apenas el 29.79 por ciento de los ciudadanos integrantes del
listado nominal. Los otros dos de los tres principales municipios de la
entidad, no se quedaron tan atrás, porque en Durango capital votaron el 41.73
por ciento, y en Ciudad Lerdo 42.77 por ciento.
El
comportamiento de los electores mexicanos, es digno de análisis, se entiende
que en países donde tienen prácticamente todo resuelto, la gente no tenga
necesidad de ir a votar, ¡pero en un país como el nuestro! Algo –definitivamente-
estamos haciendo mal, gobiernos, partidos, autoridades electorales, organismos
de la sociedad civil y los medios de comunicación, que el ciudadano no tiene la
motivación suficiente, como para ir a las urnas.
@JulianParraIba
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