martes, 9 de junio de 2020

A LA BÁSCULA

De irrespetuosos

Julián Parra Ibarra

Desde siempre he creído -soy un convencido de ello-, que el respeto es una carretera de dos vías, de ida y vuelta; nadie puede esperar a recibir el respeto de los demás, cuando se va por la vida faltándole al respeto a diestra y siniestra a todo el que se ponga enfrente. El respeto además es algo que no se pide, se gana con las acciones y la actitud de cada quien.

En junio de 2019 en este mismo espacio titulé mi columna así ‘Carretera de dos vías’ (http://www.laotraplana.com.mx/sitio/index.php/columnas/politica/item/46683-a-la-bascula), y un mes después, en julio de 2019 titulé otra entrega más ‘Respetable, respetuoso’ (http://www.laotraplana.com.mx/sitio/index.php/columnas/politica/item/47446-a-la-bascula), y hoy vuelto a retomar el tema por hechos que han ocurrido en la última semana.

El primero de ellos, fue la acusación lanzada por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, tras los hechos violentos que se registraron en su entidad, en protesta por el artero asesinato del joven Giovani López a manos –y pies- de policías municipales en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco. El mandatario dijo, antes de reconocer la brutalidad y los excesos policiacos, que las protestas habían sido urdidas desde los ‘sótanos del poder’ en la Ciudad de México.

En su mañanera del lunes, el Presidente dijo que le había llamado mucho la atención que Alfaro hubiera tratado de involucrar al gobierno federal y a su persona, “se me hizo algo injusto, incluso irrespetuoso de la investidura presidencial”. Tiene razón, más allá de quien sea la persona, se tiene que respetar la investidura presidencial.

Sin embargo, el propio personaje en la mañanera de este martes fue exactamente lo que él dijo ‘injusto e irrespetuoso’, al presentar un documento que admitió que no le consta que sea verdadero, y que sin embargo le dio un gran espacio para que lo presentara Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial, y en el que lanza acusaciones sin que presente una sola prueba, a todo lo que se mueva en este país. Un documento que él mismo lo dijo no sabe quién se lo hizo llegar ni le consta que sea auténtico, pero que le llegó a Palacio Nacional de manos de ‘a lo mejor’ de un seguidor.

Él pide que lo respeten, pero no respeta, le reclama a Alfaro que es irrespetuoso, pero él sí lo puede ser. Insistiré las veces que sea necesario, el respeto no se pide, se gana; y además el respeto es una carretera de dos vías, de ida y vuelta.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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