jueves, 3 de febrero de 2022

A LA BÁSCULA

Guardia militarizada

Julián Parra Ibarra

Cuando inició la actual administración federal, el Presidente inició gestiones para consolidar el proyecto anunciado desde la campaña, para la creación de la Guardia Nacional que vendría a sustituir a la Policía Federal, aunque como una corporación civil, encabezada por civiles, según la Constitución.

El anterior, fue el principal argumento para conseguir el consenso que requería para dar ese paso. Es más, si me apura tantito, fue el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, el primer mandatario que le extendió la mano y le brindó su apoyo para la creación de la Guardia Nacional.

La discusión estuvo un tiempo sobre la mesa, porque la oposición cuestionaba que con ese paso se podría dar el salto definitivo para la militarización en nuestro país. El argumento de defensa fue siempre que se trataba de un cuerpo policiaco civil, y que al frente estaría un civil.

Finalmente se logró la aprobación y con ello la creación de esta nueva corporación civil -al menos en nombre y uniformes- pero en los hechos todo el tiempo ha estado controlada por mandos militares. De hecho, elementos de la corporación, bajo el compromiso de confidencialidad por temor a represalias, han confiado que ellos mismos han recibido desde un principio uniformes tanto del Ejército como de la Guardia Nacional, y unos días salen a trabajar como militares en vehículos del Ejército, y otros en los de la Guardia y con el uniforme de esta corporación.

Para ellos mismos eso de corporación civil, es una farsa, porque un día son policías, y al otro militares.

Lo anterior queda muy claro porque hacia finales del año pasado, el portal de noticias Animal Político, dirigido por el periodista Daniel Moreno, publicó en el mes de septiembre de 2021 que la Sedena ya tenía el control de la Guardia Nacional en todo el país (https://www.animalpolitico.com/2021/09/sedena-reforma-guardia-nacional-bases-direccion/).

“Ya tiene el control de la Guardia Nacional en todo el país. Sus terrenos e instalaciones, la dirección de sus 32 coordinaciones estatales, y el reclutamiento y movimiento de los nuevos elementos dentro de esta corporación, recaen exclusivamente en dicha institución castrense.

La investigación periodística firmada por el reportero Arturo Rangel señala “el dominio militar que, en los hechos, ya existe sobre esta corporación policial (…) la GN ya alcanza un estado de fuerza superior a los 102 mil elementos, lo que la convierte en la corporación de seguridad pública más grande de todo el país superando a la policía de la Ciudad de México. Más del 75 por ciento de sus elementos son militares en activo de las fuerzas armadas”.

Contra su principal argumento de que sería una corporación civil como lo establece la propia Constitución, en la bancada de Morena en el Senado han confirmado que está casi lista la iniciativa del Ejecutivo, para que ya formalmente la Guardia Nacional sea incorporada a la Secretaría de la Defensa Nacional, con lo que se consumaría –de ser aprobada- la militarización total del país, escenario que en campaña era rechazado por Andrés Manuel López Obrador.

Ricardo Monreal, líder morenista en la Cámara Alta, y quien mantiene una seria confrontación con el Presidente por el tema de los ‘presidenciables’ en los que según la lista del principal inquilino de Palacio Nacional el zacatecano no aparece, y éste ha pronosticado que estará en la boleta en la elección de 2024, advierte que la discusión sobre el tema de la Guardia Nacional abrirá una gran discusión.

Sobre todo, y esto es algo que desde hace algún tiempo viene sosteniendo, porque afirma que hay un ‘ambiente hostil’ en la Cámara de Diputados, lo que puede entorpecer la iniciativa presidencial. De cualquier forma, dice, los legisladores morenistas insistirán en el diálogo.

Y, finalmente no sé si trata un ‘ambiente hostil como lo asegura Monreal, pero lo cierto es que entre el resto de los partidos que no conforman a la autoproclamada ‘4T’, van a encontrar una oposición casi natural, porque de ser aprobada esta iniciativa, sería el último paso para la militarización total del país, y en una administración en la que además los militares cada vez tienen más labores y espacios que están bajo su control, como el de los puertos marítimos, las aduanas, igual construyen y tendrán bajo su control el aeropuerto de Santa Lucía, que construyen y administrarán el ya tristemente célebre Tren Maya, entre muchos otros más.

Esto no hace sino confirmar que desde su creación el proyecto de la Guardia Nacional era de corporación civil, sólo para que fuera aprobada, pero en realidad el proyecto a largo plazo era como se está mostrando ahora, su militarización.

¿No es esta una forma clara de mentir? ¿No es ese uno de los mandamientos básicos de la autoproclamada 4T, de no mentir?

 

laotraplana@gmail.com.mx

@JulianParraIba

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