Muchas gracias, muy buenos días.
Muy estimado, Señor Gobernador del
Estado de México, doctor Eruviel Ávila Villegas;
Señor diputado, licenciado Alonso Adrián
Juárez Jiménez, presidente de la Mesa Directiva de la LXIII Legislatura del
Estado de México;
Señor diputado, Aarón Urbina Bedolla,
presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXIII Legislatura del
Estado de México;
Señor magistrado, maestro en Derecho,
Baruch Delgado Carbajal, Presidente del Tribunal Superior de Justicia del
Estado de México;
Maestro Pablo Bedolla López, presidente
municipal constitucional de Ecatepec de Morelos;
Doctora María Elena Barrera Tapia,
senadora de la República;
Amigas y amigos del Gabinete del Estado
de México;
Señor Obispo de la Diócesis de Ecatepec
de Morelos;
Amigas y amigos estudiantes de este
municipio de Ecatepec, gracias, muchas gracias por acompañarnos;
Amigas y amigos de los medios de
comunicación;
Me
siento muy honrado de venir a este gran municipio de Ecatepec en representación
del señor Presidente de la República, el licenciado Enrique Peña Nieto, y
asistir a la solemne ceremonia en la que se conmemoran los 249 años del
natalicio del ilustre insurgente, don José María Morelos y Pavón.
El
señor Presidente me ha pedido traerles un saludo cordial y afectuoso, con su especial
aprecio por el Estado de México y por nuestros queridos paisanos.
Los
mexicanos de hoy recordamos a Morelos, como héroe de la Independencia y como
reformador.
Como
héroe, por haber formado parte de la primera generación de insurgentes que ofrendaron
su vida para que tuviéramos una nación soberana, libre e independiente; para
que encontráramos un camino propio de justicia y bienestar para los aquí
nacidos.
Como
reformador, porque en el fragor de la batalla tuvo la visión de anticipar la
estructura institucional de la nación que estaba por nacer. Morelos vio con
claridad que junto con la libertad, el imperio de la ley es indispensable para
la armonía y la prosperidad de las naciones.
Morelos,
el Reformador, tuvo la visión de un país que debía transformarse, y a ello
dedicó su vida. A este movimiento transformador le debemos tener ahora una
república soberana y una república independiente.
Hoy,
en el segundo decenio del Siglo XXI, México vive una nueva etapa de
transformaciones, dirigidas a que el país pueda aprovechar a su máximo
potencial lo que los mexicanos sabemos lograr con nuestro trabajo, con el
máximo de nuestros esfuerzos en un
ambiente de democracia, libertad y civilidad.
Este
es el sentido de las once reformas estructurales impulsadas por el Presidente
Enrique Peña Nieto con el apoyo de las principales fuerzas políticas del país, con
el apoyo del PAN, del PRI, del PRD, del Partido Verde y otros partidos
políticos que militan, que contaron también con el respaldo, desde luego, del
Congreso de la Unión.
Son
once reformas que expresan la convicción de los mexicanos de hoy: Apoyarnos en
la ley y en las instituciones, como
anhelaba el Generalísimo Morelos, para alcanzar nuestras metas más elevadas.
La
reforma energética se dio para que el petróleo, la electricidad y las nuevas
fuentes de energía se aprovechen de manera más eficiente, que su mayor
disponibilidad y uso racional impulsen la productividad y la competitividad del
país.
La
reforma educativa, jóvenes estudiantes, ha sido para elevar la calidad de
nuestra enseñanza, fortaleciendo la preparación de los alumnos, de los
maestros, y las condiciones de la infraestructura escolar.
La
de competencia económica, para que las empresas lleven a cabo sus actividades
productivas, comerciales o de prestación de servicios en mercados más justos,
competitivos, transparentes y eficientes.
La
financiera, para multiplicar y mejorar las opciones de acceso al crédito,
y promover la competencia, la
estabilidad y el desarrollo de la banca y las finanzas para que haya más empleo
para los mexicanos.
La
hacendaria, para incrementar de manera equitativa y progresiva la recaudación
de recursos, de modo que el Gobierno pueda gastar más y mejor en educación, en
salud y en infraestructura.
La
reforma laboral, para promover mejores oportunidades de trabajo y seguridad
social para los jóvenes, mujeres y adultos mayores.
La
reforma penal, para que los procesos penales tengan un mismo procedimiento en
todas las entidades federativas, cerrando espacios a la impunidad y mejorando
la procuración y administración de justicia.
La
reforma a la Ley de Amparo, para ampliar la protección de los derechos de la
ciudadanía, haciendo más eficaz la aplicación de la justicia.
La
reforma política y electoral, para que todos los ciudadanos tengamos las mismas
oportunidades de participación política, y podamos vivir en una democracia con
buenos resultados, haciendo énfasis en una mayor participación de las mujeres
en los procesos electorales.
La
de transparencia para fortalecer los mecanismos de acceso a la información
pública y la protección de datos personales.
Por
último, y de especial relevancia para la población, la reforma de
telecomunicaciones, que tiene como objetivo central generar más competencia,
que a su vez promueva mayor calidad, más cobertura y precios más accesibles de estos
servicios, imprescindibles para la sociedad. Traerá beneficios directos a la
población, como lo es dejar de pagar tarifas de larga distancia nacional, tanto
en telefonía fija como en telefonía celular, lo que significará un ahorro de
más de 19 mil millones de pesos al bolsillo de los mexicanos; beneficios como
la consulta gratuita de los saldos de prepago en telefonía celular, que ahora
tendrán un año de vigencia, y no de dos meses, como lo tenían antes; se podrá
cambiar de compañía operadora en tan solo 24 horas, conservando el número
telefónico. Cuando se presenten fallas en el servicio, la empresa debe
compensar al usuario.
En
adición, más de 13 millones de hogares de escasos recursos en todo el país están
recibiendo televisores digitales de manera gratuita, para que puedan
beneficiarse de la transición de la televisión análoga a la televisión digital.
Adicionalmente,
el Proyecto México Conectado está llevando servicios de internet de banda ancha
a 250 mil sitios públicos, como son escuelas primarias, secundarias,
preparatorias, universidades, clínicas, hospitales, entre otros, para que más
personas y más jóvenes se beneficien con el acceso a las nuevas tecnologías de
la información y de la comunicación.
Además
de estas reformas estructurales, y gracias a ellas, otra gran transformación de
México se dará a través del Programa Nacional de Infraestructura, que contempla
inversiones sin precedentes.
En
Comunicaciones y Transportes, la inversión sumará casi 1.5 billones de pesos,
para carreteras, ferrocarriles, transporte masivo de personas, puertos,
aeropuertos y telecomunicaciones.
En
las reformas para mover a México, desde luego que el Estado de México ocupa un
lugar sobresaliente.
Por
ello, a lo largo de la actual administración federal y trabajando hombro con
hombro con el Gobernador Eruviel Ávila Villegas, nuestro entrañable Estado de
México estará recibiendo inversiones por más de 100 mil millones de pesos, sin
precedente, para fortalecer su infraestructura básica.
Con
estos importantes recursos se harán realidad proyectos que mejorarán la
conectividad, movilidad y calidad de vida de los mexiquenses. Entre los más
importantes se encuentran el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México, el Tren de pasajeros México–Toluca, las nuevas autopistas de La
Marquesa a la capital del Estado y la de Atizapán a Atlacomulco, el Metro a
Martín Carrera, a este municipio de Ecatepec y el de Chalco a La Paz, entre
muchos otros, porque como dice el señor gobernador, nos llevaría mucho tiempo
mencionarlos todos, pero es una cantidad de recursos enorme, que se está
invirtiendo por instrucciones del Señor Presidente en su estado, en el Estado
de México para favorecerlos a ustedes, a los mexiquenses.
Con
proyectos como éstos, con visión de largo plazo y voluntad resuelta, el
Presidente Enrique Peña Nieto honra su compromiso con los mexiquenses y su
convocatoria de convertir a México en un centro logístico global de alto valor
agregado, que le permita apoyar su nueva fortaleza en el siglo XXI y generar
mayor desarrollo económico y oportunidades de empleo permanente y bien pagado
para los mexicanos.
Los
cambios estructurales impulsados por el Presidente de la República, vistos a la
distancia de más de dos siglos del inicio de nuestra Independencia, son
consistentes con la visión de Morelos: Tener una Patria donde la ley impere
para todos, en un marco de equidad, dignidad y de progreso.
El
ideal del Generalísimo sigue vivo. Le corresponde a los mexicanos de hoy mantenerlo
vigente, para consolidar un país moderno, desarrollado y con mejores
condiciones económicas, que compita con ventajas en este mundo globalizado que
hoy todos vivimos.
Los
mexicanos de hoy honramos y honraremos el sueño de Morelos, recordando su memoria
y con el compromiso de mover a México a una nueva etapa de prosperidad que
beneficie a todos los mexicanos.
Muchísimas
gracias.
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