A LA BÁSCULA

Las reses del mañana

Julián Parra Ibarra

Jaime Rodríguez Calderón ‘El Bronco’ quedó inscrito en la historia de nuestro país como el primero en alcanzar una gubernatura, la de Nuevo León, como candidato independiente. Los neoleoneses fueron cautivados por un tipo que fue algo así como una copia de Vicente Fox, pero norteño, y en ambos casos el tipo bragado, de botas con sombrero, dicharachero, broncudo y al hablado, fue un buen candidato y un pésimo gobernante.

De hecho, ‘El Bronco’ intentó seguir los pasos del guanajuatense para hacerse de la Presidencia de la República, aunque de la misma manera que alcanzó la gubernatura por la vía independiente, para lo cual descuidó su papel gobernador de Nuevo León para lanzarse a la campaña presidencia, y de hecho ese periodo es el que se le señala como en el que desvió recursos económicos y humanos, con la finalidad de alcanzar el número de firmas que requería para poder conseguir su registro.

Jaime Rodríguez, quien durante los debates en la campaña presidencial de 2018 lanzó la ocurrencia de que a los ladrones deberían cortarles la mano, al principio de su administración logró llevar a la cárcel a su antecesor, el priista Rodrigo Medina, acusado de actos de corrupción. Se le señaló por haber malversado fondos del estado por unos 150 millones de dólares, pero más pronto que tarde logró obtener su libertad y al Bronco poco le duró el gusto.

Ahora las cosas se han invertido, ya veremos su sucesor, Samuel García, cuánto tiempo lo mantiene en prisión. La tarde de este martes, por lo pronto, Jaime Rodríguez fue ingresado al penal de Apodaca, y “(…) permanecerá en resguardo en un Centro de Reinserción Social estatal a disposición de un juez de control que resolverá su situación jurídica según la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales de Nuevo León.

Las imágenes del ex mandatario neoleonés no dejan de ser deprimentes para un personaje que alcanzó el poder y solía ser agresivo, provocativo en su manera de hablar. Se le ve sentado en un camastro vistiendo una pantalonera gris, playera interior blanca, a su costado unas pequeñas bolsas conteniendo quizá artículos personales de limpieza, con las manos entrelazadas en medio de sus piernas, mientras responde a un guardia carcelario que libreta y bolígrafo en mano, toma nota de lo que le dice quien fuera el hombre más importante de Nuevo León.

Para muchos, el adagio de que los carniceros de hoy serán las reses del mañana, le puede suceder a cualquiera, pero a ellos no. Y cuando ostentan el poder teniendo la sartén por el mango, pisotean las leyes y a las personas, pero solo hay que darle tiempo al tiempo.

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@JulianParraIba