LA BÁSCULA

Lástima Margarito

Julián Parra Ibarra

¿Se acuerdan ustedes de aquella famosa fiesta de los 15 de Rubí hace ya seis años en el estado de San Luis?

Ahora sí que como luego dicen, me estaba acordando de esa pomposa fiesta que me hizo además repasar mentalmente las limusinas que muy recientemente se han adaptado en camionetas tipo Hummer con amplios ‘quemacocos’ para que las quinceañeras y sus chambelanes y amigos vayan asomando por la parte superior sintiendo el viento el en rostro y agitado sus manos en señal de saludo, como si fuera un desfile de la reina de la primavera, o por lo menos candidatos a algún puesto de elección popular.

Y todo eso se me vino a la memoria después de la más reciente ocurrencia de Andrés López, de que el avión presidencial va a ser rentado para viajes de fiestas, quinceañeras y bodas entre otros, con la finalidad de que no esté parado, y genere ingresos, luego de que no ha podido ser vendido –pese a que se dijo que a través de la ONU ya había varios compradores- ni salió tampoco en la rifa tan cacaraqueada.

Ya me imagino a una nueva Rubí de alguna comunidad alejada, de cualquier estado del país, y cuyo padre hiciera viral en las redes que su hija siempre soñó con subirse a un avión, y que hará una ‘polla’ para cumplirle su sueño el día de ‘sus quince’. Y la nueva Rubí y sus chambelanes, con las adecuaciones que se le tendrían que hacer a la aeronave, con ‘quemacocos’, saludando a la gente del pueblo mientras el avión sobrevuela en círculos para que todo mundo pueda ver gozosa a la quinceañera.

¡Plop! A despertar todos, comenzando por el Presidente, ya que eso es imposible, sencillamente porque las leyes internacionales de aviación definen muy bien, de acuerdo con la matrícula correspondiente, el servicio al que está destinada cada aeronave. La del ‘José María Morelos y Pavón’, inicia con las siglas XC. Cada letra tiene un significado: la primera (es decir, la ‘X’) corresponde al país de origen; y la segunda (la ‘C’) es al tipo de servicio al que es destinada la aeronave y esa letra está asignada a aeronaves de estado. En nuestro país si empieza por XA por ejemplo es para servicio público de transporte aéreo, como los aerotaxis y ese tipo de servicios; si es XB corresponde a servicio privado, es decir, para empresas o empresarios que tienen sus propios aviones; y, como ya dijimos el XC para las aeronaves de estado, de gobiernos.

Y eso, Andrés López lo sabe, pero son de las ocurrencias que lanza como ‘bolas de humo’ para distraer al respetable de los verdaderos problemas del país. Que hay otra masacre en Michoacán, pues hay que lanzar una nueva bola de humo. Pero eso de la renta, es una absoluta falacia ¡Lástima Margarito!

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@JulianParraIba