¿Primero los pobres?
Julián
Parra Ibarra
Aparentemente
sin la realización de un estudio previo o alguna evaluación de los resultados
obtenidos durante casi década y media de implementado, la Secretaría de
Educación Pública (SEP), encabezada por Delfina Gómez, decidió de un plumazo
desaparecer el programa ‘Escuelas de tiempo completo’.
Organizaciones
feministas, consideran que este es un nuevo golpe dirigido contra las mujeres,
que se ha venido replicando de distintas maneras durante el gobierno de la
autoproclamada 4T. Ya antes les habían asestado un duro golpe a las madres
trabajadoras, con la cancelación de las estancias infantiles, y también con el
cierre de los refugios para mujeres y sus hijos víctimas de la violencia
intrafamiliar.
De
estancias y refugios, se dijo en su momento que su cancelación obedecía a que
se venían manejando de manera irregular y con mucha corrupción, y se prometió
que en unas semanas se mostrarían las pruebas para justificar esa acción que
impactó directamente a mujeres y sus hijos, a las madres solteras y a las
violentadas. Tres años después, no ha sido presentada una prueba, ni una sola,
que muestre la corrupción que se aseguró prevalecía en el manejo de los
recursos y que sirvió como escudo para la cancelación.
Con
la cancelación del programa ‘Escuela de tiempo completo’, el golpe vuelve a ser
demoledor, para padres de familia y unos 3.6 millones de niños, niñas y
adolescentes beneficiarios en al menos 25 mil escuelas, sobre todo de las zonas
más pobres. Especialistas estiman que un 51 por ciento de los niños acogidos a
este programa, habitan en zonas de alta y muy alta marginación, lo que se contrapone
con una de las muletillas más utilizadas por Andrés López, de que ‘por el bien
de todos, primero los pobres’.
El
programa, ofrecía a los estudiantes entre una hora y media a tres horas y media
adicionales a los horarios de las escuelas que cumplían con su tiempo normal.
Dentro de ese periodo, además de mayor apoyo en la regularización de las
materias en las que mostraban alguna deficiencia en su aprendizaje, se les
daban actividades deportivas y, quizá lo más importante para ellos mismos y sus
familias: alimentación. Hay quienes dicen que el alimento que recibían a través
de ‘Escuelas de tiempo completo’, era el primer alimento del día para la
mayoría de ellos. Para muchos, me atrevería a sostenerlo, era el único alimento
que recibían cada día. ¿Estos hechos no demuestran que es solo una ‘muletilla’
eso de que ‘Por el bien de todos primero los pobres’’?
Especialistas
en otras áreas, califican la cancelación de este valioso programa implementado
a parir de 2007, como una grave regresión, además inconstitucional, porque les
niega a millones de niños y jóvenes, los derechos humanos a la educación y a la
alimentación.
La
decisión del Gobierno Federal de eliminar este programa, se da en medio del
registro de las más altas tasas de deserción escolar, con una cifra superior a
los cinco millones de niños y jóvenes que debido a la pandemia y el impacto
económico en las familias, ha obligado a muchos abandonar sus estudios, y justo
cuando se está luchando por lograr traerlos de regreso a las aulas, se asesta
este nuevo golpe a las familias más pobres del país, que tenían en ‘Escuelas de
tiempo completo’, un paliativo a sus males educativos y alimentarios.
Amén
y aparte del impacto que recibirán cientos o miles de maestros que recibían una
compensación económica, por participar en este programa.
La
prioridad de la actual administración está en seguir apuntalando a las
ineficientes empresas paraestatales que solamente al cierre del 2021
registraron pérdidas por 224 mil 363 millones de pesos en el caso de Petróleos
Mexicanos (Pemex), y de 95 mil 371 millones de pesos la Comisión Federal de
Electricidad (CFE).
Lo
cierto es que ahora los más de tres millones y medio de niños, niñas y
adolescentes que recibían educación, deporte y alimentación en las ‘Escuelas de
tiempo completo’, se quedarán con una educación y una alimentación incompleta.
Y los
padres de familia que aprovechaban el tiempo de sus hijos en la escuela para
salir a realizar actividades que les permitieran ingresos para cubrir el resto
de las necesidades familiares, ahora –sobre todo en el caso de las mujeres,
madres solteras- deberán quedarse en casa para el cuidado de sus hijos.
No
cabe duda, es este un nuevo y severo golpe a las mujeres y a los niños y
jóvenes más pobres, y ante cuya realidad, resulta una verdadera burla y un
insulto eso de que, ‘Por el bien de todo, primero los pobres’.
@JulianParraIba
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