Alcohol+velocidad=
muerte
Julián Parra Ibarra
El pasado fin de semana fue terrible para la gente de la
Comarca Lagunera, en particular de Torreón, donde entre los primeros minutos de
la madrugada del sábado y los primeros de la madrugada del lunes, tres
accidentes automovilísticos que tuvieron como común denominador el alcohol y
altas velocidades, acabaron con la vida de cinco personas.
El asunto debe más que preocuparnos, ocuparnos como
sociedad, como padres de familia, pero también a las autoridades, que deberían
empezar por ponerle una pequeña dosis de sensibilidad y compromiso social a los
programas preventivos que -dados los hechos más recientes-, nos indica la poca
efectividad de los operativos del alcoholímetro, y refuerza la percepción
generalizada de la población de que tienen un fin meramente recaudatorio.
En este año, por ejemplo, se cuadruplicaron los puntos de
revisión, al pasar de uno a cuatro, instalados de miércoles a sábado de la
media noche y hasta las 3:00 de la mañana; mientras que el número de detenidos
se triplicó durante el primer semestre al pasar de 620 en 2018 a mil 624 en los
primeros seis meses de este 2019. Esto es, un incremento de 362 por ciento.
Apenas el pasado mes de septiembre, el Consejo de
Vialidad pidió que se ‘suavizaran’, los operativos del alcoholímetro para que
se cumpliera con el fin básico con fines de control y prevención, en vez de
andar ‘cazando’ a los automovilistas.
La respuesta inmediata tras los hechos del pasado fin de
semana, fueron al contrario, que se van a endurecer, que habrá más operativos,
aunque los mismos hechos refutan la teoría sostenida por la autoridad
municipal, porque a mayor punto de números de revisión y de detenidos, los
accidentes fatales también se han multiplicado.
La ecuación es al revés, los números, que, son fríos y
duros, nos dicen que no es con acciones coercitivas y reactivas como se va a
frenar el problema. Ciertamente la solución no depende en su mayor proporción a
la autoridad, sino a los padres de familia, a la sociedad entera, pero las
acciones emprendidas por las autoridades deben de ser tendientes a la
prevención, más que a la remediación. Lo que ocurrió el fin de semana debe ser
un llamado de atención para todos, debemos ponerle atención, porque finalmente
son nuestros jóvenes, hermanos, hijos o nietos los que se encuentran en mayor
riesgo; y lo peor, que en los tres accidentes que mencionamos, irónicamente los
conductores salieron ilesos, pero terminaron la vida de cinco personas
inocentes.
@JulianParraIba
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