jueves, 22 de enero de 2015

LA PUNTA DE LA MADEJA Julián Parra Ibarra


Medio lleno
El reporte emitido por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal que señala que 10 ciudades mexicanas aparecen entre las 50 más violentas del mundo, y en la que aparece Torreón, puede ser un vaso medio lleno, medio vacío según la óptica desde la que se le vea, porque al mismo tiempo destaca que el municipio lagunero registró una baja de 49 por ciento en la tasa de homicidios en relación al año anterior.
Ciertamente lo ideal sería que no tuviéramos más muertes violentas, ni una sola, pero hace algunos días en este mismo espacio le compartimos datos propios que son interesantes para el análisis, y que es la numeralia de los homicidios registrados, en La Laguna de Durango y Coahuila por separado, y la sumatoria de ambas, correspondientes a los cinco años más recientes.
A la baja
Con todo y que el fenómeno de las muertes violentas y ejecuciones no es algo que haya desaparecido por completo, las cifras indican una marcadísima tendencia a la baja: En 2010 se registraron  745 muertes violentas en La Laguna, 365 en la de Coahuila, y 380 en la de Durango; en 2011 se registraron mil 018, 740 del lado coahuilense y 278 en el duranguense; en 2012 fueron mil 085 en total, 761 de este lado  y 324 del otro lado del Nazas. Esos fueron los años de mayor violencia.
Para 2013 el descenso fue ya muy marcado: 473 en total, 249 del lado de Coahuila y 214 del de Durango; y, para el 2014 las cifras fueron las más bajas de los cinco años más recientes; en total 285, 177 de lado coahuilense y 108 del duranguense. Las cifras, por supuesto, son alentadoras, pero para la sociedad aún las del último año, siguen siendo elevadas, y creo que para todos lo deseable es que sigan bajando y se llegue al mínimo.
Por eso
Por eso mismo, cuando Torreón llegó a estar al menos un par de meses del 2012 en primer lugar entre las ciudades más violentas del país, y ahora estar en el lugar 48 a nivel internacional, es necesario apretar el paso y no confiarse, ni en los delitos de alto impacto, pero imprimir mayor rigor en los delitos del fuero común que son los que están provocando los dolores de cabeza.
Y también es por eso, que resulta inconcebible que sean los mismos policías municipales quienes están poniendo el desorden como lo denunció este miércoles durante su reunión el Grupo Empresarial Lagunero (GEL), y a la que asistió el titular de Seguridad Pública Municipal, Adelaido Flores.
Según los empresarios, tienen ya varios casos documentados en que los elementos policiacos se vienen extralimitando en sus funciones, y con el objetivo de extorsionar a los automovilistas adoptan facultades que corresponderían a los elementos de Vialidad, y a aquellos que no ‘coopelan’, ‘pos cuello’, los mandan a los separos de Tribunales, por supuestas faltas administrativas.
Tanto el alcalde Miguel Riquelme, e incluso el gobernador Rubén Moreira deberán ponerle atención al asunto, porque en la medida en que se realizan grandes esfuerzos en lo macro, algunos, repito algunos elementos de la Policía Municipal en lo micro empañan el trabajo, el esfuerzo y los resultados que son presumibles.
Para arriba
Oiga por cierto que el que se cayó ‘para arriba’, es el lagunero –bueno, de San Juan de Guadalupe, Durango- Ulises Adame de León, quien por más que intentó hacerse –sin éxito- de la rectoría de la Narro, se quedó con las ganas, pero perdiendo ganó, ya que sin estar en la palestra ni con todos los reflectores encima, recibió como recompensa la dirección del  Patronato de la UAAAN.
¿Qué significa eso? Bueno, pues estar en un sitio que recibe recursos de la Universidad y en la que, vaya usted a saber por qué, pero ni un solo centavo de lo que le ingresa, es fiscalizable, ni comprobable, ni auditable. Es decir, es un hoyo negro que no le rinde cuentas a nadie, pero sí recibe una buena cantidad de recursos.
Como dijo el otro ¿A ver, ahora sí díganme quién es el que perdió? No pos sí.

Twitter: @JulianParraIba

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