jueves, 29 de enero de 2015

LA PUNTA DE LA MADEJA


Julián Parra Ibarra
Del chongo
Pues con la novedad de que a nivel nacional, los panistas andan -¿otra vez?- agarrados del chongo, y se andan dando con la cubeta y hasta por debajo de la lengua, a los más altos niveles, entre los grupos que representan el presidente del partido, Gustavo Madero, y el ex presidente del propio PAN y de la República, Felipe Calderón Hinojosa, porque ambos mandos quieren tener el control y la manipulación del partido.
Los calderonistas no perdonan que los maderistas le hayan hecho el ‘fuchi’ a la ex primera dama, Margarita Zavala, a la que excluyeron de la lista de los diputaciones plurinominales, lo que provocó que ella anunciara que iría por la dirigencia nacional del PAN, y que el ex mandatario dejara abierta la posibilidad de crear su nuevo y propio partido, aunque dicen que éste ya está constituido y reconocido por las autoridades del INE, porque al matrimonio Calderón Zavala se le atribuye la ‘propiedad’ del recientemente constituido Partido Humanista.
Madero ha sumado al pleito a sus peones, entre ellos a Juan Molinar Horcasitas, quien fue uno de los funcionarios consentidos de la administración pasada, y ahora le tira de patadas al pesebre.
Lazo de cochino
Otra muestra de la ‘unidad’ panista y como parte de esa guerra intestina que llevó a una rápida descomposición al PAN  una vez que después de 70 años llegaron al poder, es la sutil columna que le dedica el ex primer cuñado del país, Juan Ignacio Zavala, quien el pasado martes escribió en su ‘Autonomía relativa’ (http://www.milenio.com/firmas/juan_ignacio_zavala/bajeza_18_453134692.html)un artículo titulado ‘La Bajeza’, a la que el ex panista se refiere como ‘una de las actividades cotidianas de la política’.
En ella se refiere al pleito entre los chihuahuenses César Duarte, priista gobernador del ‘Estado Grande’, y Javier Corral, senador blanquiazul de la misma entidad, y a ambos los deja ‘como lazo de cochino’ -pero de una manera muy elegante-, por el ‘torneo de bajezas´ que ambos personajes protagonizaron la semana pasada.
Pero de su ex correligionario escribió: “El senador Corral es un político de talento innegable, de inteligencia rápida y filosa que tiene tintes de cruzado. Enamorado de sí mismo, le gusta escucharse, se aplaude solito, no tiene más horizonte que el espejo que pule con vieja retórica, con gestos añejos que se pueden ver en películas de espadachines justicieros. Pocos escapan a su pensamiento mordaz, a su lengua viperina, a su concepción retorcida de la vida, a su alma envenenada. Presto siempre a la traición alegando motivos de pureza, desconoce el sentido y la dimensión de la palabra afecto”.
Niño inquieto
A nivel local, el que anda desatado atrayendo atraer reflectores, cámaras y micrófonos es otro senador, Luis Fernando Salazar, quien en un par de semanas ha convocado a sendas ruedas de prensa para lanzarse primero contra el Gobierno del Estado, y enseguida contra el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme Solís, aunque en ambas con hechos y documentos le han desvanecido totalmente sus argumentos.
A Luis Fernando como que le empiezan a ganar las ganas de querer ser el candidato de su partido rumbo a la gubernatura de Coahuila para dentro de dos años, y con sus acciones actúa como ‘descuentero’, queriendo ganarle terreno a sus propios compañeros de partido que traen las mismas aspiraciones.
Quizá los movimientos del ‘Niño azul’ en el tablero, obedezcan a que sabe perfectamente que tras el agarrón nacional, en Coahuila el principal damnificado es Guillermo Anaya Llamas ex primer compadre de México –su maestro, pastor y guía-, y quien ahora forma parte del grupo de los ‘apestados’ para Gustavo Madero y compañía.
No cabe duda lo escrito por Juan Ignacio Zavala: Hay cosas que se solucionan en el diván, no en la política.
Twitter: @JulianParraIba


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