jueves, 19 de septiembre de 2019

A LA BÁSCULA


Con las manos atadas
Julián Parra Ibarra

En el estado de Durango se llevaron a cabo este año elecciones para renovar las alcaldías de los 39 municipios, y al menos en los dos de mayor importancia –Durango y Gómez Palacio- se dio la alternancia.

En la capital José Ramón Enríquez, un híbrido del PRI-PAN-Movimiento Ciudadano y que intentó reelegirse buscando la candidatura por Morena, sucumbió después de su pésima administración, ante el panista Jorge Salum del Palacio, considerado ya desde ahora como el candidato natural
blanquiazul rumbo a la gubernatura.

En Gómez Palacio, si bien con una de las más bajas votaciones de la historia en elecciones de esta naturaleza, y con una diferencia de apenas poco más de dos mil votos, se dio lo que pocos imaginaban: que tras más de 90 años de hegemonía priista, ganó la candidata de Morena –aunque con historia y formación priista- Marina Vitela Rodríguez.

En Tlahualilo también se dio la alternancia. Al panista Sergio Nevárez Nava los ciudadanos le cobraron en las urnas su pésima administración en su intento por reelegirse, y le depositaron su confianza al priista Alejandro Rodríguez Belmonte.

En Lerdo la gente le refrendó al priismo su confianza y ganó Homero Martínez, aunque su voto en favor de éste, fue de castigo a la avariciosa y voraz María Luisa González Achem, quien hizo todo lo posible a su alcance por evitar el triunfo del hoy alcalde, emberrinchada porque su partido no la
dejó postularse para ir por la reelección, ni tampoco le aceptó la imposición de su hijo como candidato tricolor, y al que terminó insertando en el actual cabildo como regidor por el Movimiento Ciudadano, a cuyo partido y candidato le puso toda su apuesta.

Al menos en los municipios de la Comarca Lagunera, las nuevas administraciones, que todavía no cierran ni siquiera su primer mes, han tenido un arranque con las manos atadas. En Gómez Palacio se ha generado la polémica al no aprobarse la cuenta pública del mes de agosto, el último de la administración pasada, y la acusación de movimientos ‘raros’ en las finanzas en los tres meses previos a la finalización de la administración que, se ha dicho, compromete la operatividad y el funcionamiento de la administración, al heredárseles un circulante de 29 millones de pesos, y un
pasivo de 95 de deudas adquiridas a corto plazo.

La alcaldesa Vitela Rodríguez no ha descartado la posibilidad de solicitar un crédito para hacer frente al gasto corriente, entre ellos la nómina de la segunda quincena de septiembre, porque en caja no hay para cubrirla. Y, apenas este miércoles un Tribunal Laboral Burocrático del Poder Judicial del
Estado, rechazó el intento de sindicalización de ex funcionarios de la pasada administración municipal gomezpalatina, entre ellos Víctor Antonio Habib Araluce, ex director de Desarrollo Social; y Héctor Hugo Hernández, titular de Atención Ciudadana.

En Lerdo, este jueves el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) embargó las cuentas de sistema operador de agua potable, el Sapal, por el incumplimiento del más reciente convenio, pero también por incumplimiento del contrato signado por la administración encabezada por María Luisa
González Achem, y cuyo monto total es por alrededor de 4 millones de pesos.

Antes de marcharse, González Achem, además avaló un movimiento tendiente a entorpecer el trabajo de su sucesor, Homero Martínez, cuando sindicalizaron a 25 empleados de confianza, entre ellos al director de Comunicación Social, Josabed Anchondo; al secretario técnico y sobrino de la
ex alcaldesa, César Martínez González; y a otra sobrina, Pilar Iza González, titular de la Bolsa de Trabajo.

En Tlahualilo, Alejandro Rodríguez empezó su administración con la desagradable sorpresa de que, debido a los adeudos aún no explicados de la anterior administración, las participaciones le llegaron ‘rasuradas’ y recibió apenas 300 mil pesos, pero se encontró a un municipio sin agua, porque dos
de las bombas estaban en reparación y listas desde hace seis y tres meses, pero sin operar porque no se había cubierto el pago.

Más de 250 mil pesos se tuvieron que saldar para poder echar a jalar los pozos que surten de agua todo el municipio. En caja, quedaron poco menos de 40 mil pesos. No se ha pagado la nómina de la primera quincena de septiembre ni de funcionarios ni de trabajadores, y de no conseguir algún
providencial apoyo, es muy posible que tampoco se cubra la segunda quincena.

Así, con las manos atadas, es como iniciaron las nuevas administraciones en varios municipios de Durango…y eso que todavía no cumplen siquiera su primer mes.

laotraplana@gmail.com
@JulianParraIba

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